El medicamento Ozempic tiene un principio activo denominado semaglutida, una sustancia que inhibe los altos niveles de azúcar en el organismo. Es indicado en personas con diabetes tipo 2, cuando han demostrado intolerancia a otros fármacos y no responden satisfactoriamente a la rutina de ejercicios. Cabe destacar que, las autoridades estadounidenses advierten que está siendo ingerido de manera indiscriminada por personas con obesidad que desean adelgazar rápidamente.
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Por su parte, el gremio farmacéutico señala que no debe ser utilizado sin supervisión médica pues ocasiona daños perjudiciales en la salud.
Los estudios realizados demostraron que los pacientes que lo consumían presentaron diversas enfermedades relacionadas con obstrucción intestinal, problemas gástricos e inflamación del páncreas. De acuerdo a los especialistas, los tratamientos farmacológicos se valoran en una escala de riesgo-beneficio, entonces si los efectos del medicamento complican el cuadro clínico del paciente debe ser sustituido por uno más adecuado.
En la actualidad, los fármacos que contienen GLP-1 representan la demanda más elevada en las farmacias. La GLP-1 es una hormona liberada por el intestino de forma natural. El consumo de su versión sintética presente en varios fármacos comerciales provoca en los pacientes un estado de saciedad, lo que es asimilado por el cerebro y amplía los períodos de tiempo entre comidas.
Mientras que, los efectos secundarios del Ozempic incluyen mareos, vómitos y diarreas. También, los resultados de los estudios lo asocian con deshidratación lo que aumenta los riesgos renales.