José Adrián Díaz, un migrante venezolano, compartió su experiencia tras ser arrestado por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) mientras trabajaba en una obra de construcción en Oklahoma. En un video difundido por la cadena CNN, Díaz relata cómo fue detenido en el techo del edificio donde laboraba, un momento que marcó un giro drástico en su vida. “No perdonan a nadie”, enfatiza, describiendo la dureza del trato que reciben los migrantes indocumentados. Según su testimonio, fue trasladado en autobús y luego en avión hasta ser dejado en la frontera con México, junto a otros expulsados.
La realidad de los migrantes
Díaz, quien vivió en Estados Unidos de manera ilegal durante tres años, expresa su descontento con las políticas migratorias que afectan a personas de diversas nacionalidades: “Aceptan a puertorriqueños, venezolanos, colombianos, hondureños, nicaragüenses; a todos los están agarrando y nos están tratando feo”. Su relato pone de manifiesto la difícil situación que enfrentan muchos inmigrantes en busca de mejores oportunidades y la constante amenaza de arresto y deportación.
El futuro de Díaz y un llamado a la acción
Tras su expulsión, Díaz ha decidido regresar a Venezuela, agotado por las penurias y situaciones riesgosas que vivió lejos de su hogar y de sus seres queridos. En su declaración, también hizo un llamado al gobierno venezolano para que facilite el retorno de cientos de compatriotas que se encuentran en situaciones similares, siendo llevados a distintos puntos fronterizos.
De acuerdo con información de la organización Médicos Sin Fronteras, al menos 300 migrantes extranjeros cruzan la frontera entre Honduras y Nicaragua como parte de su trayecto de regreso a sus países de origen. Este fenómeno refleja una tendencia creciente entre los inmigrantes indocumentados que optan por regresar a Venezuela voluntariamente, buscando escapar del temor al arresto y las difíciles condiciones impuestas por las políticas migratorias implementadas durante el mandato de Donald Trump.
