Al llegar a los 40 años, muchas personas comienzan a ser más conscientes de los cambios que se producen en su cuerpo. En ese sentido, muchos buscan adoptar hábitos saludables para mejorar su calidad de vida.
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La alimentación juega un papel fundamental en ello, porque las decisiones tomadas hoy, pueden tener un impacto significativo en la salud a los 70 años. Un estudio relacionado fue publicado recientemente por la Escuela de Salud Pública de Harvard. El resultado se organizó de la siguiente manera:
- Un primer grupo fueron las personas desde 40 años que adoptaron una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, grasas insaturadas, legumbres y lácteos descremados. Estas tuvieron un 43% a 84% más de probabilidades de llegar a los 70 años con un buen estado físico y mental.
- El segundo grupo lo conformaron personas del mismo rango etario, pero que no siguieron una dieta equilibrada. En este caso, las personas tuvieron menos probabilidades de tener una vida saludable a los 70 años.
Los pilares de una alimentación saludable a los 40
El estudio, que siguió a más de 120.000 personas durante 30 años, destaca la importancia de consumir alimentos ricos en nutrientes esenciales. También destaca la importancia de limitar alimentos procesados, con alto contenido de azúcar, grasas saturadas y sodio. Estos son unos tips importantes para tener una vida saludable a los 70:
- Abundantes frutas y verduras: Estos alimentos son ricos en vitaminas, minerales y fibra, esenciales para el buen funcionamiento del organismo y para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.
- Cereales integrales: Aportan fibra, vitaminas y minerales, y ayudan a mantener una sensación de saciedad por más tiempo.
- Grasas insaturadas: Se encuentran en alimentos como el aceite de oliva, el aguacate, los frutos secos y las semillas, y son beneficiosas para la salud cardiovascular.
- Legumbres: Son una fuente importante de proteínas, fibra, hierro y otros nutrientes esenciales.
- Lácteos descremados: Proporcionan calcio y vitamina D, necesarios para mantener la salud ósea.