El cometa interestelar 3I/ATLAS, descubierto en julio de 2023, ha dejado perpleja a la comunidad científica al mostrar un comportamiento inusual que ha llevado a algunos expertos a especular sobre su origen no natural. Las recientes observaciones han revelado cambios sorprendentes en su estructura y trayectoria, lo que ha suscitado un intenso debate entre los astrónomos.
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Desde su descubrimiento, el 3I/ATLAS ha experimentado una desaceleración repentina y ha mostrado una transición notable en su forma. Nuevas imágenes captadas por el Telescopio Óptico Nórdico de España han evidenciado la aparición de una "anti-cola" que posteriormente se transformó en una cola convencional. Este fenómeno ha llevado al astrofísico de Harvard, Avi Loeb, a sugerir que podría tratarse de una maniobra controlada, similar a un "empuje de frenado" utilizado por naves espaciales.
Composición química inusual
Las primeras observaciones del cometa revelaron que su anti-cola estaba compuesta por una mezcla de dióxido de carbono, agua, cianuro y una aleación de níquel puro nunca antes detectada en la naturaleza. Este hallazgo ha llevado a cuestionar si el 3I/ATLAS podría tener un origen artificial, ya que algunos de estos elementos son más comunes en procesos de fabricación humana que en cuerpos celestes naturales.
Avi Loeb ha calificado este fenómeno como un "evento tipo cisne negro", refiriéndose a algo extraordinario que desafía las explicaciones naturales conocidas. La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) ha incluido al 3I/ATLAS en su lista de cuerpos celestes bajo observación prioritaria, subrayando que, aunque no representa un peligro inmediato, ofrece una oportunidad única para estudiar fenómenos interestelares.
Observaciones desde Marte
El orbitador de Marte, equipado con la cámara HiRISE de la NASA, capturó imágenes de alta resolución del cometa cuando pasó a 12 millones de millas del planeta rojo. Sin embargo, estas fotografías aún no han sido publicadas debido al reciente cierre del gobierno de Estados Unidos. Se espera que el 3I/ATLAS alcance su punto más cercano al Sol el próximo 29 de octubre, lo que podría proporcionar datos cruciales para entender su comportamiento.
Se estima que el 3I/ATLAS tiene alrededor de 10 mil millones de años, lo que sugiere que se formó en los inicios de la Vía Láctea. Su trayectoria hiperbólica indica que solo visitará el Sistema Solar una vez antes de continuar su viaje hacia el espacio interestelar. Los astrónomos anticipan que será visible nuevamente desde la Tierra a finales de noviembre, cuando reaparezca en la constelación de Virgo.
El misterio sobre si el 3I/ATLAS es un cometa natural o una nave alienígena continúa generando fascinación y debate entre los científicos. A medida que se acerque al Sol y se realicen más observaciones, la comunidad astronómica espera obtener respuestas que puedan aclarar este intrigante fenómeno.