A medida que su golpe de salida se alejaba más y más del 17mo fairway, dirigiéndose hacia todo tipo de problemas, Tiger Woods simplemente metió el palo a la bolsa. Pareció murmurar algo para sí mismo, pero eso fue todo.
Ningún exabrupto apasionado. Ninguna palabra altisonante. Ninguna queja de que alguien estuviera hablando muy fuerte, o por teléfono, o que hubiera tomado una foto.
Con los hombros caídos, Woods se veía como si ya hubiera aceptado su destino. No habrá un 15to major para él. Al menos no en este Abierto Británico.
Woods necesitaba un birdie en el último hoyo —su único del día— sólo para pasar el corte. Se alejó del hoyo 18 con 77 golpes, cinco sobre par, su peor ronda en el Abierto desde aquel día tormentoso en Muirfield en 2002, y se encaminó al fin de semana con una abrumadora desventaja de 14 impactos detrás del líder Rory McIlroy.
"No muy bien", señaló Woods.
Y efectivamente, así fue.
Woods cometió un doble bogey en el primer hoyo, un bogey en el segundo. Y de un momento a otro, su marcador se colocó en par y desaparecieron todos los buenos augurios que había a su favor luego de que firmó una tarjeta de 69 en la primera ronda. A partir del tercer hoyo fue un trabajo pesado: 14 hoyos seguidos en par a medida que McIlroy se alejaba.
Y luego llegó el 17, en el que a Woods se le complicó tanto todo que casi no pasó el corte en un major apenas por cuarta ocasión en su carrera profesional. Ese golpe de salida mencionado anteriormente salió del fairway, aunque Woods no se percató de ello sino hasta que había caminado unos 137 metros (150 yardas) hacia su pelota.
Caminó penosamente de vuelta a la zona de salida para golpear otra pelota después de asumir una penalización de un impacto. En esta ocasión, Woods la colocó en el césped crecido hacia la izquierda, entre el 16to y el 17mo fairway. Requirió cuatro golpes más para concluir con un triple bogey que casi puso fin a sus esperanzas de participar en dos rondas más muy necesarias para él.
Es evidente que Woods está fuera de forma luego de someterse a una operación de la espalda el 31 de marzo. No participó en el Masters de Augusta ni en el U.S. Open, y no fue sino hasta hace tres semanas en que regresó a jugar en el Congressional. No pasó el corte en ese evento, y su primera ronda en Hoylake —cinco birdies en seis hoyos en los últimos nueve— parece ser una excepción.
Tiene mucho trabajo pendiente.
"A lo largo del camino tuve algunas oportunidades de hacer algunos birdies con el fin de recuperar el par en el día, y simplemente no lo hice", señaló Woods. "Simplemente nunca hice nada. Estuve en buenas posiciones para hacer birdies, y no lo hice".
Viernes 18/07/2014
