El fútbol, con su pasión desbordada, siempre ha estado intrínsecamente ligado a la polémica arbitral. Sin embargo, la tecnología avanza a pasos agigantados y, al parecer, está lista para dar un golpe de gracia a las jugadas dudosas más recurrentes. La última revolución llega de la mano del balón oficial para la próxima Copa del Mundo, bautizado como 'Trionda' y fabricado por Adidas, que incorpora un chip prodigioso en su interior.
Este no es un esférico cualquiera. Más allá de su diseño, que rinde homenaje a los tres países anfitriones del torneo, el Trionda lleva la tecnología a un nuevo nivel. El microchip integrado es capaz de recopilar una cantidad ingente de datos sobre el movimiento, la posición e incluso el contacto con el balón, ofreciendo mediciones inerciales de alta frecuencia (hasta 500 Hz).
Adiós al "penalti a lo Julián Álvarez"
Uno de los principales focos de atención y la razón de ser de esta mejora es el deseo de erradicar controversias específicas, como el temido doble contacto en los lanzamientos de penalti, popularmente conocido como el "penalti a lo Julián Álvarez" tras un famoso incidente con el jugador. El sensor del balón es tan sensible que, según reportes, puede registrar hasta el toque más "levísimo", haciendo imperceptible para el ojo humano o las cámaras tradicionales cualquier contacto adicional del lanzador con el esférico. En esencia, si hay un doble toque, el chip lo sentirá y lo reportará.
Tecnología al servicio del VAR
La implementación de esta tecnología de rastreo no es completamente nueva, ya fue utilizada y demostró su eficacia en eventos como la Eurocopa de Alemania y previamente en el Mundial de Catar 2022. Allí, el chip ayudó a validar goles milimétricos, como el polémico tanto de Japón contra España, y a determinar con precisión si jugadores como Cristiano Ronaldo habían tocado o no un balón.
La tecnología IMU (Unidad de Medición Inercial), situada en el centro del balón, trabaja en sincronía con el sistema de videoarbitraje (VAR), proporcionando la "piel" del esférico al sistema arbitral. Esto asegura que la toma de decisiones se base en datos sensoriales y acústicos del balón, añadiendo un nivel de objetividad nunca antes visto.
El Trionda es una herramienta de justicia deportiva. Con una batería que puede durar varias horas de juego, este esférico recargable busca convertirse en el mejor aliado de árbitros y aficionados, prometiendo que las futuras grandes citas del fútbol se decidirán por el talento y no por el error humano. La era del balón inteligente ha llegado, y su misión es clara: acabar con la polémica de una vez por todas.