Alfredo Coronis A.
La nota violenta de la jornada dominical sucedió en Guanare. Cuando Estudiantes tenía ya varios minutos recorridos a la salida de su cotejo contra Llaneros, uno de los dos buses que trasladaba al personal académico fue atacado a pedradas.
La peor parte la llevó Jesús Quintero, quien había destacado en el torneo local por su actuación. Pero esta vez fue noticia porque recibió un “peñonazo” en la cabeza que le produjo lesiones en ambos ojos.
Afortunadamente, aunque ahora ve borroso, tendrá buena vista en pocos días. La oportuna intervención de los médicos en Guanare evitó males mayores. También hubo un objeto amortizó los daños.
“Me salvó el celular”, cuenta vía telefónica ya sin parches en los ojos. “Venía hablando por teléfono y siento que me pega una piedra en la mano y a su vez en la cara”, recuerda el volante el instante de la agresión.
Habiendo caído herido, lo trasladan al hospital y detectan lesiones en sus dos ojos “sentí mucho miedo, por lo importante que es la vista. Cuando llegó el especialista, me abrió los ojos y ahí pude ver un poquito. Ahí me tranquilicé”.
Quintero debe tener un mes tranquilo. Usar lentes oscuros si sale de día, no tener actividad física durante esos treinta días y algunas restricciones en las comidas.
No detalló a los agresores, pero pudo ver que eran unos adolescentes. “Los capturaron, pero no quise poner la denuncia. Tengo familia en Guanare y son conocidos. Dios se encargará de ellos”, concluyó.