El Manchester City se enfrenta a un nuevo dilema después de que Erling Haaland fuera acusado de un incidente involuntario con Moonbeam, la mascota del club.
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Este suceso ocurrió antes de un partido de Premier League contra el Southampton en octubre, pero ha cobrado relevancia mediática recientemente. La mujer detrás de la mascota sufrió una conmoción cerebral y un latigazo cervical tras ser golpeada en la nuca por el delantero noruego, lo que la llevó a acudir al hospital para recibir atención médica.
La animadora del Manchester City presentó una denuncia ante la Policía de Gran Mánchester, quien ha confirmado el recibir la queja. Sin embargo, el club ha minimizado la situación, declarando que no creen que haya habido intención de dañar por parte de Haaland.
Manchester City busca solucionar todo de manera discreta
Un portavoz del club afirmó que se investigó a fondo el incidente, revisando imágenes de video que no respaldaron la acusación de que el delantero noruego causara la lesión de forma deliberada. La conclusión de la investigación sugiere que el golpe fue accidental.
El incidente ha causado revuelo en los medios británicos, siendo reportado inicialmente por The Sun. La mujer involucrada no reconoció inmediatamente a Haaland como su agresor.
En declaraciones a sus compañeros, expresó su confusión: “¿Qué diablos fue eso que me golpeó?”. La naturaleza extraña de la situación ha llevado a algunos a realizar comentarios humorísticos, sugiriendo que al menos puede presumir de haber sido golpeada por uno de los delanteros más destacados del mundo.
A pesar de la intención del club de restarle importancia al suceso, la atención mediática generada por este incidente puede traer problemas a la imagen del Manchester City. La gestión de la controversia es crucial, especialmente en un momento en el que el club busca centrarse en su rendimiento en el campo, tras haber sido objeto de otros escrutinios en el pasado. La preocupación por la salud y seguridad de los empleados, sean jugadores, entrenadores, o incluso las mascotas del club, es un tema delicado que merece atención.
El Manchester City parece estar manejando la situación con cautela, con la esperanza de que la controversia se disipe rápidamente. Sin embargo, la repercusión del incidente podría influir en la percepción pública del club y, a su vez, afectar a su imagen en un momento clave de la temporada.
Con una temporada aún en curso, el Manchester City deberá mantenerse enfocado en sus desafíos futbolísticos, esperando que este tipo de problemas no interfiera con su rendimiento en la Premier League y en competiciones europeas.