El París Saint-Germain vivió este sábado una noche inolvidable al coronarse campeón de la UEFA Champions League 2024-2025, luego de vencer con autoridad al Inter de Milán por un contundente 5-0 en la gran final disputada en el estadio olímpico de Múnich. Bajo la dirección de Luis Enrique, el conjunto parisino logró alzar su primera “orejona”, cerrando así un ciclo de críticas, frustraciones y decepciones en la élite del fútbol europeo.
Doblete de Doue y una exhibición sin precedentes en la Champions
El PSG mostró desde el pitazo inicial que no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de hacer historia. Al minuto 12, Doue desbordó por la banda derecha y mandó un centro al área chica que Achraf Hakimi conectó sin oposición, aprovechando la pasividad defensiva del Inter. Ese tanto marcó el rumbo del encuentro, evidenciando la superioridad táctica y anímica del conjunto francés.
Antes del descanso, el propio Doue amplió la ventaja con un gol de alta factura: tras una jugada colectiva que desarticuló por completo la defensa nerazzurri, el joven mediocampista definió con precisión desde el borde del área para poner el 2-0.
El PSG aplastó al Inter con un dominio total en la segunda parte
Lejos de conformarse con la ventaja, el PSG mantuvo el mismo ritmo en la segunda mitad y continuó exhibiendo un fútbol de altísimo nivel. Al minuto 63, Doue apareció nuevamente en el área para firmar su doblete con un potente remate cruzado tras un pase filtrado de Fabián Ruiz. Y diez minutos más tarde, al 73’, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia selló la goleada con una brillante definición de zurda luego de una transición rápida por el costado izquierdo.
El 5-0 final no solo reflejó la abrumadora superioridad del PSG, sino que se convirtió en una de las exhibiciones más dominantes jamás vistas en una final de Champions League. El equipo parisino no solo anuló al Inter, sino que lo superó en cada línea del campo con una claridad que pocas veces se aprecia en una instancia tan decisiva.
Luis Enrique fue el gran arquitecto de esta hazaña. Su planteamiento táctico impidió cualquier reacción del Inter, que fue inofensivo en ataque y desbordado en defensa. Con esta victoria, el PSG cierra el círculo y se inscribe por fin entre los campeones de Europa, con una noche que quedará grabada para siempre en la historia del fútbol.