Desde hace unos días, el nombre de Javier Acosta acaparó la atención del mundo entero, debido al lamentable caso que lo llevó practicarse la eutanasia. A sus 36 años, el colombiano comunicó que, quería partir de este mundo y así dejar de sufrir a causa de una bacteria que atacó sus huesos y desarrolló un cáncer en su cuerpo.
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Por muchos años, el bogotano estuvo lidiando con esa terrible enfermedad que lo mantuvo bajo unas circunstancias deplorables, impidiéndole poder disfrutar de su familia, en especial de su pequeña hija. Este viernes 30 de agosto, en el Hospital San Ignacio de Bogotá se llevó a cabo el procedimiento y, a las 12:47 PM (hora Colombia), confirmaron que, Acosta ya no estaba en este plano terrenal.
¿Cuál era su diagnóstico?
El apasionado por el fútbol e hincha del club Millonarios, indicó que, hace nueve años viajó en moto para ver un partido de su equipo contra Cortuluá en la Liga Colombiana, al regresar a la capital, sufrió un accidente luego de que intentara levantar su vehículo y un bus le pasó por encima, ocasionándole fuertes heridas.
"Llevo nueve años en silla de ruedas gozándomela. Tengo mi carro, ando por ahí y camellaba (trabajaba) por aplicaciones. Viví mi vida normal", afirmó en una entrevista para el programa "Impresentables" de la emisora Los 40. Sin embargo, fue hace 5 años cuando realmente su vida cambió para siempre tras infectarse con un hongo que para él resultó ser mortal.
"El problema comienza de hace cinco años para acá. Me fui a piscina a Melgar y literal se me pegó una bacteria en un glúteo. Esa bacteria fue tan densa que me llegó al hueso y he venido luchando cinco años contra eso hasta que digo: ‘¡No más!’“, explicó. Entre tanto, también padecía de cáncer de sangre que se desarrolló por la misma infección.
Javier fue diagnosticado con osteomielitis, que, según Mayo Clinic, es "una enfermedad que genera una infección en los huesos". Para intentar disminuir el problema, le realizaron cirugías, raspados y lavados en sus huesos pero, hace unos 15 días le suministraron una información que lo obligó a elegir la muerte.
“Me dijo la infectóloga que la bacteria que tengo es multirresistente, muy fuerte. Esa bacteria empezó en el glúteo izquierdo, pasó al derecho, ya la tengo en el fémur, en la pelvis y ahora me hizo metástasis en la sangre (…) Me dijeron que hay un tratamiento que puede durar año y medio por la vena, pero se pueden comprometer mis extremidades inferiores", señaló.
"Es decir, primeramente, desarticular o amputar una pierna, pero no me garantizaban que pudiera quedar limpio”, respondió acerca de la decisión de optar por la eutanasia. El colombiano era padre de una niña de 11 años de nombre María Valentina, a quien quería ver crecer siendo feliz y no cuidándolo mientras él estaba mal.
"Ella se limpia los ojitos y sabes qué me dice: ‘Papi mira, te voy a ser sincera, yo te amo, pero prefiero que estés en el cielo con papito Dios a que estés acá y verte sufrir en una cama retorciéndote de dolores’. Imagínese la madurez de mi hija”, declaró.
Su amor por los colores
El corazón de Javier no solo estaba pintado con los colores azul y blanco, sino que, también tenía toques amarillos por su admiración al Boca Juniors, equipo al que tuvo la dicha de ver jugar en repetidas ocasiones y hasta pudo visitar La Bombonera.
A días de fallecer, recibió una sorpresa por parte de Radamel Falcao, capitán del club de sus amores, mediante una llamada junto a su esposa Lorelei y el técnico de Millonarios. “A veces uno no entiende por qué las cosas pasan, por qué atravesamos ciertas dificultades. En este caso queríamos con mi esposa decirte que pediremos a Dios por ti”, expresó el delantero.
Este 30 de agosto y antes de recibir la eutanasia, 'El Tigre' llamó nuevamente a Javier y le prometió dedicarle el primer gol que marque con la camiseta albiazul, tal como lo había comentado en la primera comunicación. “Ya sabes la promesa primer gol dedicado a JAVI PK”, escribió Acosta en su momento.