En el béisbol moderno, la tecnología y el análisis estadístico han revolucionado la forma en que se estudia el rendimiento de los bateadores. Uno de los conceptos más relevantes es el ángulo de salida (Launch Angle), un parámetro que, junto con la velocidad de salida, determina en gran medida el resultado de un batazo. Según recientes estudios, la optimización de este ángulo varía según la capacidad de generar velocidad de salida por parte del bateador.
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Los ángulos de salida ideales para cada bateador
Según las estadísticas de StatCast, para los bateadores de gran potencia, que generan una alta velocidad de salida, el ángulo ideal ronda los 28 grados. Este valor favorece la conexión de cuadrangulares, ya que el balón recorre una parábola perfecta para salir del parque. Sin embargo, si este mismo ángulo lo emplea un bateador con menor fuerza, el resultado suele ser un out por elevado, ya que la pelota no adquiere suficiente impulso para superar la cerca.
En contraste, para los bateadores de menor potencia, un ángulo de salida de aproximadamente 12 grados se convierte en la mejor opción. Este rango permite generar líneas o batazos rasos, con mayores posibilidades de convertirse en imparables. Esta distinción estratégica ha llevado a muchos equipos a adaptar su enfoque ofensivo basándose en el perfil físico y técnico de cada pelotero.
El “ángulo seguro”, como se le denomina al lanzar la pelota con una inclinación de 12 grados, se considera la zona óptima para obtener contactos sólidos y efectivos. Incluso para los bateadores potentes, un “mishit” o error leve que termine en un ángulo alto aún puede traducirse en batazos productivos, debido a su capacidad de generar fuerza.
El conocimiento y aplicación del ángulo de salida se ha convertido, sin duda, en una herramienta indispensable para maximizar el rendimiento ofensivo en el diamante.