Gonzalo Urgelles R. / [email protected]
La vida es de ciclos y una vez que estos se cumplen lo mejor es cerrarlos y buscar nuevos horizontes. Basados en esto, la directiva de los Angelinos de Los Ángeles y –el último de los mohicanos– Albert Pujols han decidido poner fin a una relación de casi una década.
A finales de 2011 todos los medios deportivos titularon con la noticia, el estelar inicialista dominicano que había triunfado a lo largo de once temporadas con el uniforme de los Cardenales de San Luis hacía sus maletas y se mudaba a la costa oeste (y a la Liga Americana), pues acababa de firmar un jugoso contrato por diez años y 240 millones de dólares con los serafines.
Si bien es cierto que su rendimiento, en California, no estuvo a la altura de lo exhibido cuando hacía carrera en el centro de la Liga Nacional, también es cierto que dejó grandes números. Más de doscientos vuelacercas (222) y cerca de ochocientos fletes (783) dejó José Alberto en su paso por Anaheim.
Pujols, quien se encontraba en su último año de aquel histórico contrato, fue puesto en asignación; el equipo sorprendió a todos con el anuncio del despido la mañana de este jueves.