Los Indiana Pacers, que hace solo unos meses estuvieron a una victoria de la gloria en las Finales de la NBA 2025 (perdiendo la serie contra OKC), han iniciado la nueva temporada con un récord profundamente preocupante. Las caídas iniciales ante Thunder, Grizzlies, Timberwolves, Mavericks y Hawks han encendido todas las alarmas en Indianápolis, transformando la euforia de la postemporada en una urgente preocupación.
La transición de ser un equipo contender a uno que lucha por cada victoria es un duro golpe para la franquicia liderada por Tyrese Haliburton.
La dicotomía del éxito pasado vs. el fracaso actual
El éxito de los Pacers en la temporada pasada fue una de las historias más grandes de la liga. Tras una campaña regular notable (50-32), el equipo de Rick Carlisle superó a contendientes sólidos para llegar a las Finales de la NBA, demostrando su potencial ofensivo y la magia de su base estrella.
Sin embargo, ese brillo parece haberse evaporado. El contraste es brutal: mientras que la temporada pasada los llevó a estar a un paso de ganar las Finales de la NBA, siendo una sensación por su ofensiva rápida y fluida, este inicio de temporada 2025-2026 se ha caracterizado por una preocupante racha de derrotas consecutivas y una notoria incapacidad para cerrar partidos. Esta dicotomía ha cambiado la percepción del equipo, pasando de ser una sorpresa y sensación de la liga a generar preocupación por un potencial Tanking.
Factores clave: ¿Qué falla en el motor de Indiana?
La racha de derrotas no es casualidad; es la suma de varios problemas que los Pacers deben corregir para no descolgarse de los puestos de Play-In y Playoffs.
1. La "resaca" post-finales
Uno de los factores menos tangibles, pero más influyentes, es la fatiga mental. Llegar a las Finales requiere un esfuerzo físico y emocional monumental. Es común que los equipos que llegan a la máxima instancia, y pierden, experimenten una resaca de rendimiento la temporada siguiente. La presión de Tyrese Haliburton y la expectativa de repetir el éxito pueden estar jugando una mala pasada a la química del equipo.
2. Fragilidad defensiva
El equipo siempre ha destacado por su ofensiva explosiva, pero la defensa es a menudo su talón de Aquiles. Las derrotas ante rivales como Grizzlies (con su intensidad) y Mavericks subrayan una fragilidad defensiva, especialmente sin figuras importantes como Myles Turner.
3. Dominio de Tyrese Haliburton
Si bien Haliburton es el motor ofensivo, la dependencia en su creatividad puede hacer que el equipo sea predecible y el ataque se estanque. El análisis de rivales ha encontrado la manera de forzar a los jugadores a tomar decisiones, y estos no están respondiendo con la eficiencia necesaria.
El desafío de Rick Carlisle
El entrenador Rick Carlisle tiene la difícil tarea de reencauzar la nave. Los Indiana Pacers demostraron ser un equipo de alto Net Rating en el Clutch la temporada pasada, lo que significa que eran excepcionales en los minutos finales. Ahora, el problema está en cerrar los juegos, un indicativo de que la ejecución en el último cuarto es deficiente.