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Cada 14 de enero, Barquisimeto, en el estado Lara, se convierte en el epicentro de una de las celebraciones marianas más importantes de Venezuela: la Procesión de la Divina Pastora, esta festividad tiene raíces profundas tanto en la devoción religiosa como en la historia.
La advocación de la Divina Pastora llegó a Venezuela en 1700 desde Sevilla, España, y es que, una serie de eventos, considerados milagrosos, marcaron el establecimiento de su imagen en la iglesia de Santa Rosa. Desde entonces, la procesión no solo conmemora su llegada, sino también un hecho histórico, la supuesta erradicación del cólera tras una misa en su honor en 1855.
La magnitud de esta peregrinación la posiciona como la tercera concentración mariana más grande del mundo, después de las celebraciones de la Virgen de Fátima en Portugal y la Virgen de Guadalupe en México, miles de personas caminan los 7,5 kilómetros del recorrido, uniendo la fe con una experiencia cultural y social.
Involucrar a los niños en la procesión puede ser desafiante debido a la multitud, el calor y la distancia, sin embargo, existen alternativas para que los más pequeños disfruten de esta fecha especial desde la comodidad de casa. Una opción es decorar el hogar con colores representativos de la Virgen, como blanco y azul, puedes usar globos, flores de papel e incluso banderines que los niños pueden ayudar a crear.
Además, proporcionarles dibujos para colorear de la Divina Pastora es una actividad entretenida y educativa. Otra forma de involucrarlos es organizar una pequeña procesión en casa, establece un recorrido simbólico con puntos de partida y llegada, y motívalos a participar con disfraces alusivos a la ocasión, incluso podrías invitar a amigos y familiares para hacer el evento más significativo.
Crear un altar en casa también es una actividad valiosa, usa figuras de la Virgen o los dibujos realizados por los niños para decorarlo. Durante el día, pueden escuchar las misas transmitidas por televisión o rezar oraciones sencillas en familia, fomentando el aprendizaje y la espiritualidad.