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El pasado sábado 22 de junio, un fuerte movimiento telúrico sacudió diversas partes de Venezuela, dejando sentir su impacto en la capital, así como en estados como Bolívar, Sucre, Nueva Esparta y Anzoátegui, entre otros. La magnitud de este sismo, según informó el Servicio Geológico Colombiano, fue de 5.9, con epicentro en el estado Sucre.
Este temblor no solo se sintió en territorio venezolano, sino que también tuvo repercusiones en Trinidad y Tobago, donde se reportó una mayor intensidad y daños en varias zonas de la isla. En el norte y noroeste de Trinidad, el suministro eléctrico se vio interrumpido, posiblemente como consecuencia de este evento sísmico.
La solidaridad y la comunicación se hicieron presentes a través de las redes sociales, donde personas en islas cercanas como Granada, San Vicente y las Granadinas, y Guyana también afirmaron sentir el temblor proveniente de Venezuela. A pesar de la magnitud del sismo, hasta el momento no se han reportado heridos ni daños significativos, lo cual es un alivio en medio de la situación.
Los testimonios de quienes vivieron el temblor fueron diversos y abarcaron una amplia geografía, desde Maturín hasta Margarita, pasando por Cumaná, Puerto Ordaz y El Tigre, entre otras localidades en el oriente del país. Incluso en la ciudad de Caracas, se sintió la sacudida, despertando a muchos en la noche.
La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) reportó que el sismo tuvo una magnitud de 5.2, con una profundidad menor a los 70 kilómetros y un epicentro ubicado al este de Irapa. A pesar de que Funvisis no tenía un reporte oficial inmediato, la información disponible en su sitio web detalla los datos clave de este evento telúrico.
Es importante recordar la importancia de mantenerse informados y seguir las recomendaciones de las autoridades en caso de eventos naturales de esta índole. La prevención y la solidaridad son fundamentales para afrontar situaciones de emergencia como estas y mitigar sus posibles impactos.