En un hallazgo perturbador ocurrido el 9 de junio en Lima, Perú, las autoridades encontraron el cuerpo desmembrado de la creadora de contenido venezolana, Fabiola Alejandra Caicedo Piña, mejor conocida como “China Baby”, en una planta de tratamiento de agua en la zona de La Atarjea.
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Sus restos quedaron atrapados en las rejillas de filtración del río Rimac y, fueron identificados gracias a sus tatuajes distintivos, entre ellos, uno con la frase “Paula Sophia”. Caicedo tenía tan solo 19 años.
Su triste final
La joven se trasladó a Perú en 2002 junto a su expareja, Meiner Jiménez Castillo, quien fue hallado muerto ese mismo año en circunstancias que la familia aún cuestiona.
Esta situación alimentó especulaciones en redes sociales, las cuales apuntan a que, la influencer podría tener algo que ver, mientras que otros defienden que Jiménez Castillo se habría suicidado.
Referente a la muerte de la venezolana, la Policía Nacional del Perú investiga dos líneas principales: un posible ajuste de cuentas vinculado a la muerte de Castillo y, una conexión con redes de trata de personas, dadas “las características extremas del crimen, con un mensaje intimidatorio”.
La brutalidad de su asesinato ha causado conmoción no solo en Perú sino en toda Latinoamérica. Su último video en TikTok fue publicado el 5 de junio, días antes de su muerte. La segunda recuperación de los restos (incluyendo su cabeza y otra extremidad) se dio el 15 de junio.
Mientras tanto, amigos, seguidores y defensores de los derechos humanos exigen justicia para “China Baby”. Su caso se suma a una lista creciente de jóvenes influencers que han sido blanco de violencia extrema en la región.