A pesar de iniciar la jornada con derrotas en seis de sus nueve juegos anteriores, y una ventaja en la División Oeste de la Liga Nacional que se había reducido a tres juegos por los emergentes Padres de San Diego, los Dodgers de los Ángeles juntaron todas las piezas en una victoria 9-2 frente a los Bravos de Atlanta donde además alcanzaron un impresionante registro.
NOTAS RELACIONADAS
Walker Buehler luchó contra los problemas de control al principio del juego en una apertura de seis entradas, dos carreras (una limpia) y cinco ponches, marcando una de las mejores actuaciones de su difícil temporada.
Con el marcador empatado 2-2 en la parte alta de la novena, los bates superestrellas de los Dodgers estallaron para una decisiva remontada de siete carreras, que incluyó sencillos productores de Mookie Betts y Freddie Freeman después de una base por bolas intencional a Ohtani con dos outs, y luego tres jonrones consecutivos de Teoscar Hernández, Tommy Edman y Max Muncy para sentenciar el juego.
Con este resurgir ofensivo, la novena de Los Ángeles empató a los Cerveceros de Milwaukee de la campaña de 1982 con la mayor cantidad de veces en hacer un back-to-back-to-back en una sola temporada.
Un suspiro de alivio
“No quiero decir que fue la victoria más importante del año”, dijo Roberts, una evaluación justa para un club que ha oscilado entre la esperanza y el temor durante una campaña llena de altibajos. “Pero se sintió importante. Solo considerando lo que hemos estado pasando. Solo por ver a todos unidos”. Puntualizó el manager de los Dodgers.
De hecho, aunque Los Ángeles no han perdido la fe últimamente (aún tienen el segundo mejor récord en las mayores (88-61) y están entre los dos primeros en la clasificación a los playoffs de la Liga Nacional), sus recientes pérdidas de jugadores habían afectado la psiquis del grupo.