Guillermo Liñares
La participación de Magallanes se acabó este miércoles en la Serie de Caribe de Santo Domingo después de caer en semifinales ante Caimanes de Barranquilla de Colombia. La derrota de la Nave contra los cafeteros no fue casualidad, ya que también durante la primera ronda perdieron ante ellos con marcador de cinco carreras por cero.
Mismo rival, y también mismo lanzador abridor que cargó con ambas caídas: Junior Guerra. El derecho, con experiencia en el beisbol de las Grandes Ligas, no pudo cumplir con las expectativas que habían depositadas en él. Fue castigado, tuvo problemas para localizar sus envíos y también fue cuestionado por la decisión del cuerpo técnico de Wilfredo Romero de asignarlo como el iniciador de unas semifinales en donde era ganar o despedirse del torneo.
Lo cierto es que Junior Guerra fue un lanzador que se asemejó a lo visto durante la temporada en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, sobretodo a partir del Round Robin: en el Toda contra Todos de la pelota criolla dejó promedio de carreras limpias permitidas de 5.09 con 29 hits recibidos y 13 carreras limpias toleradas. Números que empeoraron en la final ante Caribes de Anzoátegui: en las dos salidas dejó una inefectividad de 12.86, con 10 carreras recibidas y 10 hits, además de ponchar a solo un contrario. En total, 23 carreras en 30 episodios durante la postemporada del circuito rentado, con efectividad de 11.74, y 17 boletos, Números que distan de ser el de un brazo confiable.
Esos pergaminos fueron los que presentó el oriundo de San Félix en la Serie del Caribe, pero aún así Wilfredo Romero siempre mantuvo su confianza en él. Esperando que en la hora cero pudiese sacar la chapa de big leaguer y ser el lanzador aguerrido, efectivo y dominante que ha sido durante su carrera en Venezuela. A fin de cuentas tiene la capacidad para hacerlo, pero definitivamente no fue su año.
Fue tal su desempeño bajo que ante una ofensiva como la de Caimanes de Barranquilla recibió ocho carreras en solo cuatro y dos tercios de inning. Castigado y sin respuesta.
Habrá que esperar si se trató de un mal año, o es la tendencia a partir de ahora. Lo cierto es que era el as de la rotación magallanera, por nombre y peso, pero no pudo cumplir.