La magia de Stephen Curry no se limita a los 48 minutos de juego; se extiende hasta los momentos previos, cuando el base de los Golden State Warriors convierte el calentamiento en un espectáculo por sí mismo. Lo que hizo en el medio tiempo del enfrentamiento contra los Minnesota Timberwolves ya supera la ficción. Curry lo ha vuelto a hacer: se marcó un cantastón que dejó atónitos a los presentes.
Minutos antes de retirarse a los vestuarios, Curry tomó un balón y lo lanzó desde una distancia que parece imposible: desde el túnel del vestuario hasta la canasta contraria.
Este tipo de proezas se han convertido en una tradición para la estrella de la NBA, pero el tiro desde el túnel representa un nuevo nivel de dificultad. No solo se trata de la distancia, sino del ángulo y la elevación necesarios para que el balón recorra toda la cancha y caiga limpiamente en la red.
La hazaña rápidamente se viralizó, demostrando que la precisión y el rango de tiro de Curry son, de lejos, los más grandes que ha visto la liga.
