El ATP Masters 1000 de Montecarlo ha comenzado de manera prometedora para Carlos Alcaraz, el joven talento español que continúa demostrando por qué es considerado uno de los mejores tenistas del mundo. Después de un inicio algo titubeante, la llegada de la tierra batida ha sido terapéutica para el murciano, quien sigue reencontrándose con su juego. La victoria de Alcaraz en los octavos de final ante Daniel Altmaier, con un contundente 6-3 y 6-1, ha encendido aún más sus aspiraciones hacia el título.
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Alcaraz domina en la tierra batida
El partido comenzó complicado para Alcaraz, quien se enfrentaba a un Altmaier seguro en la cancha y conocido por su juego agresivo. A pesar de algunas dificultades iniciales, como salvar varias bolas de rotura, Alcaraz mantuvo la calma y poco a poco comenzó a descifrar el juego del alemán. En el quinto juego, logró romper el servicio de Altmaier y, aunque el alemán no se dio por vencido, mostró una caída en la intensidad, lo que permitió al español consolidar su dominio.
La confianza de Alcaraz fue palpable en cada golpe, desde su poderoso revés a una mano hasta su formidable derecha levantada. Lo que más sorprendió fue el momento en que logró salir de un 0-40 en su servicio al inicio del segundo set, un claro indicativo de su creciente seguridad y enfoque. Tras un segundo break, Alcaraz cerró el partido en menos de una hora y media, dejando en claro que ha dejado atrás la irregularidad que lo había acompañado en los torneos anteriores.
Factor Tierra Batida
La tierra batida parece ser el mejor amigo de Alcaraz. Su capacidad para adaptarse y encontrar su ritmo en esta superficie marca la diferencia, especialmente después de un periodo complicado en la etapa anterior del circuito. No es sorprendente que, después de haber sido campeón en Roland Garros, el español se sienta más cómodo en este tipo de condiciones. La combinación de velocidad y técnica hace que sus partidos sean un espectáculo para el público.
Desafío en los Cuartos de Final
Con su victoria sobre Altmaier, Alcaraz avanza a los cuartos de final donde se encontrará con el francés Arthur Fils, un joven que ha mostrado un juego sólido tras deshacerse del excampeón del torneo, Andrey Rublev, en una actuación impresionante. Este próximo enfrentamiento promete ser un gran test para el español, que deberá aplicar toda su experiencia y habilidad para avanzar en un torneo donde busca consolidar su estatus como favorito.
El duelo contra Fils será interesante, dado que ambos tenistas no tienen antecedentes en enfrentamientos previos. Fils, con su estilo agresivo y dinámico, será un rival complicado, pero Alcaraz parece haber recuperado su chispa y está decidido a seguir avanzando en el torneo.
El ATP Masters 1000 de Montecarlo ha traído de vuelta la mejor versión de Carlos Alcaraz, un jugador que parece disfrutar en cada partido. Su dominio sobre Altmaier demuestra que, a medida que avanza el torneo, su confianza y forma física aumentan. Si Alcaraz mantiene su nivel de juego, podría estar en camino hacia otro importante título en su carrera. La tierra batida, sin duda, sigue siendo su escenario predilecto, y los aficionados esperan ansiosos ver hasta dónde puede llegar en Mónaco.