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Lo que alguna vez fue una promesa brillante del beisbol venezolano hoy enfrenta un momento crítico en su carrera. Diego Cartaya, el receptor nacido en Maracay, fue dejado en libertad este miércoles 23 de julio por los Mellizos de Minnesota, apenas unos meses después de haber llegado a la organización tras un cambio con los Dodgers de Los Ángeles.
Con apenas 23 años, Cartaya sigue siendo joven en términos de desarrollo, pero sus números recientes en las Ligas Menores preocupan a más de uno. El cotizado prospecto no logró adaptarse al sistema de los Twins, ni mostrar señales de recuperación en el nivel de Triple A, donde su producción ofensiva fue alarmantemente baja.
Cartaya batalló con el madero y los ponches en Triple A
En 59 turnos legales con el equipo filial de Minnesota, Cartaya apenas conectó cinco imparables, dejando un promedio de bateo de .085. Sumó un solo cuadrangular, impulsó apenas una carrera, anotó cuatro veces, recibió nueve boletos y se ponchó en 40 ocasiones, una cifra que resalta por lo abultada y preocupante.
Para un jugador que en categorías anteriores había mostrado cierta capacidad de contacto y poder, esta regresión es significativa.
El bajón ofensivo ha sido notorio, especialmente considerando que en su paso anterior por Triple A, cuando aún pertenecía a los Dodgers, había logrado mantener un promedio superior a los .200, lo cual, si bien modesto, indicaba un techo más alto del que hoy parece mostrar.
¿Un nuevo comienzo para Cartaya?
Tras su liberación por parte de los Mellizos, Cartaya se convierte en agente libre y podría ser considerado por alguna otra franquicia que confíe en su potencial a largo plazo. La juventud aún está de su lado, pero el margen de error se reduce cada vez más.
Equipos necesitados de profundidad en la receptoría podrían tomar el riesgo, apostando por su talento natural y esperando que un cambio de escenario le permita reencontrarse con la versión que alguna vez lo colocó entre los mejores prospectos del deporte.