Uno de los hechos claves en la vida y la carrera de Michael Jordan, fue el asesinato de su padre en 1993, año en el que "Su Majestad" ganó su tercer anillo de manera consecutiva con Chicago Bulls.
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Ese trágico suceso llevó a que el número 23 se aleje momentáneamente de los tabloncillos, dónde era indudablemente el mejor, para dedicarse al béisbol, disciplina que a su padre le apasionaba. No obstante, su desempeño con la filial de Chicago White Sox no fue la mejor y se decidió por regresar más tarde a la NBA para ganar otros tres campeonatos más, convirtiéndose para muchos en el mejor de la historia.
Ahora, tres décadas después de este acontecimiento, el caso del asesinato del padre de Michael Jordan podría tomar otro giro, pues este 16 de octubre, Gregory Meeks un juez de Carolina del Norte, que fue el encargado del proceso de 1993, envió un escrito en el que pidió la libertad condicional del presunto perpetrador de este hecho, de nombre Daniel Green.
No hay hallazgos suficientes para la sentencia
De acuerdo a lo expuesto por Meeks, los estudios forense no revelan hallazgos contundentes y esto ya sería suficiente para poner en duda su culpabilidad. Vale recordar que durante su juicio, se dictaminó que Green se acercó al automóvil donde estaba el padre de Michael Jordan y le disparó, lo cual fue causante de su muerte.
En cuanto a Green, tenía 18 años en 1993, cuando fue condenado. Ahora, con ya 39, espera salir de la cárcel, pues cumple una cadena perpetua Southern Correctional Institute en Troy, Carolina del Norte.
Por su parte, Michael Jordan no se ha pronunciado al respecto sobre las palabras del juez Meeks.