Frederlin Castro | @fr3djcd
En su primer partido como Padre contra los Bravos de Atlanta el domingo, el dominicano Robinson Cano cometió un terrible error, permitiendo una carrera.
Sin embargo, a estas alturas de su carrera es justo preguntarse si es más adecuado para el puesto de bateador designado que para el infielder. La segunda base no es un papel en el que Cano, o los aficionados de los Padres, deban sentirse cómodos.
Cano ganó dos Guantes de Oro al principio de su carrera con los Yankees de Nueva York. Sin embargo, una vez que fue traspasado a los Mets, cayó por un precipicio y se enfrentó a acusaciones de dopaje.
Dos suspensiones de la MLB después, y las disculpas de Cano a sus compañeros de equipo cayeron en saco roto. Fue liberado por los Mets, y rápidamente firmó con San Diego.
Cano se presentó a los entrenamientos de primavera en muy buena forma, según la mayoría de los informes. Su juego también lo corroboró. Con el tiempo, tener a Cano como bateador habitual o incluso de banquillo podría resultar valioso en San Diego.