Bárbara Chirino / @barbarachirino
El malestar que ha causado “Las memorias del Príncipe Harry, ‘En la sombra’” el nuevo libro del nieto de la Reina Isabel II sigue haciendo mella y no sólo llamó la atención de la familia real británica, sino también de Al Qaeda.
El grupo terrorista desea asesinar al esposo de Meghan Markle por haber asesinado a 25 personas en Afganistán mientras prestaba servicio entre los años 2012 y 2013. “No fue una estadística que me llenase de orgullo pero tampoco me dejó avergonzando. Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas, eran piezas de ajedrez quitadas del tablero” relató el monarca.
La organización yihadista pide a los terroristas vengarse del hijo menor del Rey Carlos III, al que se refieren como Al Zanim, y piden a la monarquía británica a también tomar venganza y reducir el costo de su seguridad para que las manos islámicas tomen justicia.
“Los crímenes no caen por estatuto de limitaciones, y los hombres correctos corren tras él, y alabado sea Alá, Señor de los Mundos” se lee en el artículo emitido por el grupo que de igual forma rechazó que los medios de comunicación se interesaran en los escándalos sexuales que confiesa el príncipe y no en la sangre derramada por los afganos.
Los paramilitares aseguran que las confesiones de Harry son muestra de la “miserable vida británica, degenerada, y la muy compleja educación real, por lo que sus memorias fueron un reflejo de la decadencia”.
A su vez, exhortaron a la ONU y los Convenios de Ginebra a otorgar una compensación por los afganos asesinados, aunque es una petición que consideran imposible porque el sentimiento del hombre inglés racista está por encima de los humanos.
"La confesión del príncipe Al-Zanim de que mató a veinticinco musulmanes afganos a sangre fría, y que eran solo piezas de ajedrez en sus ojos, nos revela la cantidad de condescendencia, discriminación y amor a la criminalidad en los genes de este componente humano", recalcaron.