Todo proyecto comienza en la mente. Ahí se le va dando forma para poder llevarlo a cabo. Eso lo hicieron los Marlins de Miami cuando fueron a la búsqueda del experimentado toletero cubano, Yuli Gurriel.
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Desde el principio, el cubano comentaba a sus compañeros que iban a vivir la pelota de octubre, que se prepararan. Todo eso fue calando en sus compañeros: primero como un deseo y luego a modo de mantra, de fe en lo que va a suceder.
Y es que la presencia y la ética de trabajo del veterano jugador ha tenido un efecto positivo en el conjunto de la Florida.
“Tienes que repetir eso una y otra vez y en algún momento los muchachos van a creerlo’’, había comentado Gurriel a principios de junio, cuando el paso de los peces era apenas una historia que comenzaba a levantar vuelo. “Están empezando a creer que van a jugar béisbol en octubre’’.
Este martes, los Marlins de Miami comenzaron una serie de comodines de Liga Nacional contra los favoritos Filis de Filadelfia.
Desde que firmó un contrato de Ligas Menores con los peces el 10 de marzo y se incorporó al entrenamiento de primavera, Gurriel ha tratado de mantener las vibraciones positivas con su nueva organización a base de puro repetir algo que nadie creía posible.
Dentro de los Marlins, Gurriel ha pasado de ser un ente importante en el terreno a un maestro que ejerce su liderazgo dentro y fuera del clubhouse.