El presente está siendo bastante preocupante para los fanáticos, cuerpo técnico y gerencia del equipo que se consagró campeón de la NBA en la temporada de la burbuja (2020), Los Ángeles Lakers. Ha sido una constante durante las últimas tres campañas la exhibición de un deficiente nivel, en cuanto a cantidad de victorias se refiere, a lo largo de la fase regular. Por más que han cambiado de entrenador y realizado movimientos importantes en su plantilla, no han sido capaces de regresar, al menos, a la final de la mejor liga del mundo de baloncesto.
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Aun así, el gerente general del club, Rob Pelinka, y su grupo no piensan en renovar una vez más la plantilla en la actual zafra 2023-24, más bien confían en el proceso que están teniendo ahora mismo como uno "ganador". La escuadra de oro y púrpura alzó el primer lugar del In-Season Tournament de manera invicta, con siete victorias; sin embargo, desde ese momento ha registrado un balance negativo de 4-9 que la ha degradado hasta la décima posición de la tabla de posiciones de la Conferencia Oeste.
"Los Lakers no quieren tener que hacer un gran movimiento, prefieren conservar su profundidad y la última primera ronda que pueden intercambiar. Creen en la fórmula que tienen, la cual es un cuadro de defensores que apoyan a los futuros miembros del Salón de la Fama”, dijo Brian Windhorst, periodista de ESPN.
Los dirigidos por Darvin Ham son décimo terceros en rating defensivo con 113.1 y vigésimo tercero en rating ofensivo con 111.7.