Lewis Hamilton nos recordó una vez más por qué es siete veces campeón del mundo de la Fórmula 1 y por qué tiene reputación de ser uno de los mejores pilotos en condiciones de lluvia.
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En una carrera donde nadie más recuperó más de tres posiciones, logró avanzar once. Analicemos cómo Hamilton lo logró y determinemos cuánto se debió a la suerte y cuánto a la habilidad.
Increíble regreso de Hamilton al GP de Bélgica
Es cierto que Hamilton ha cometido errores en la clasificación antes, incluso saliendo en la Q1 durante la difícil fase de transición de Mercedes al inicio de la nueva generación de coches en 2022. Pero nadie esperaba ver a Lewis no pasar de la Q1 dos veces en un solo fin de semana.
Tanto el viernes como el sábado, los malos resultados se debieron exclusivamente a sus propios errores. En la sesión de clasificación al sprint, cometió un error al entrar en la chicana Bus Stop y perdió el control de la parte trasera de una forma bastante extraña.
Ya hemos hablado de los problemas técnicos con la suspensión trasera del SF-25 y las nuevas mejoras que Ferrari introdujo antes del GP de Bélgica, que se centraron principalmente en esas áreas.
El sábado, durante la clasificación para la carrera del domingo, Hamilton cometió otro error, esta vez en Radillon, al salirse de la pista con las cuatro ruedas, lo que provocó que se borrara su tiempo de vuelta. Terminó la Q1 en 16.º lugar.
Ferrari decidió entonces aprovechar su mala posición de salida para cambiar casi todos los componentes internos principales del coche: desde el motor, el turbo, el MGU-K y el MGU-H, hasta un acumulador de energía completamente nuevo. Como Hamilton ya había alcanzado el número permitido de cambios de componentes, esto le supuso una penalización, lo que le obligó a salir desde boxes.
Al final, sin embargo, la penalización no tuvo un impacto real, ya que la carrera comenzó detrás del Safety Car y Hamilton pudo reincorporarse al grupo sin problemas.
En las primeras vueltas de la carrera, vimos a Hamilton en su mejor momento, realizando adelantamientos limpios a los coches más lentos que tenía delante. En la vuelta 8, adelantó a Carlos Sainz con una gran maniobra en la chicana, e inmediatamente después adelantó a Franco Colapinto y Nico Hulkenberg. Poco después, también superó a Pierre Gasly con el Alpine.
Hamilton terminó la carrera en séptimo lugar, un gran resultado considerando todos los errores cometidos el viernes y el sábado. Al final, la afición lo votó como Piloto del Día, y nos recordó a todos lo rápido que puede ser en mojado.
