Lewis Hamilton acabó sexto en Shanghai, pero lo hizo sustituyendo a Charles Leclerc a pesar de que este último tenía daños. Las dos Ferrari se acercaron demasiado en la primera vuelta cuando Leclerc tomó demasiado el bordillo y terminó golpeando su alerón delantero contra el costado del auto de Hamilton.
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Afortunadamente para los miembros del equipo que observaban desde el garaje de Ferrari, Hamilton salió ileso, pero Leclerc perdió su placa del extremo izquierdo, lo que provocó que su auto perdiera rendimiento.
Sin embargo, Ferrari dijo que el problema era manejable y no sólo continuó con normalidad, sino que fue lo suficientemente rápido como para incitar a Hamilton a ofrecerse a hacerse a un lado.
Lewis Hamilton: “Creo que voy a dejar ir a Charles porque estoy pasando por un momento difícil”. A lo que Riccardo Adami le respondió “Entendido”.
Contratiempos a la orden del día
Pero Hamilton pareció cambiar de opinión unos momentos después, deteniendo a Leclerc pero diciendo que su compañero de equipo necesitaba estar más cerca.
Finalmente, Lewis permitió que Leclerc lo pasara en la vuelta 21, lo que provocó que el ingeniero de carrera de Leclerc se disculpara por el retraso.
Ese retraso bien puede haber resultado costoso dado que Max Verstappen pudo pasar a Leclerc por el cuarto puesto hacia el final de la carrera, mientras que Hamilton terminó a 25 segundos del ganador, Oscar Piastri.
Hamilton no fue inmune a los enfrentamientos en Mercedes, pero incluso en las primeras etapas de su carrera en Ferrari, las conversaciones con Adami son mucho más hostiles y directas.
En dos ocasiones en las mismas carreras, la comunicación ha sido un problema entre el piloto y el ingeniero: Hamilton pidió menos información en Melbourne y más en China.