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El volcán Etna, uno de los más conocidos y activos de Europa, ubicado en la región de Sicilia, Italia, presentó una nueva erupción durante la noche del domingo. Esta actividad volcánica captó rápidamente la atención de los visitantes y habitantes de la zona debido a las espectaculares columnas de humo que comenzaron a elevarse desde su cráter.
Asimismo, la mañana de este lunes, el Etna liberó una gran nube blanca de vapor y otra gris compuesta de ceniza y gas volcánico. De acuerdo con los informes del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), la causa principal de esta nueva erupción fue un flujo piroclástico, este fenómeno consiste en una mezcla de rocas, gases calientes y cenizas que desciende por las laderas del volcán a alta velocidad.
La institución explicó que el evento fue probablemente originado por un derrumbe en el cráter sureste del volcán, lo cual desencadenó el incremento de la actividad explosiva. Además del flujo piroclástico, también se confirmó el descenso de lava desde las zonas más altas del volcán.
Aunque la cima del Etna se encuentra a unos 2.900 metros sobre el nivel del mar y está alejada de centros urbanos, la expulsión de material volcánico podría afectar rutas turísticas o provocar la caída de ceniza en áreas cercanas dependiendo de la dirección del viento.
El evento fue documentado por turistas que se encontraban en el área al momento de la erupción. Diversos videos compartidos en plataformas como Instagram y TikTok muestran a los visitantes huyendo rápidamente del lugar al percibir la intensidad del fenómeno.
Las autoridades locales han reforzado la vigilancia del Etna tras la erupción y han recomendado a los visitantes evitar zonas cercanas al cráter. También se ha hecho un llamado a seguir únicamente la información oficial, ya que la situación, aunque no representa un riesgo inmediato para la población, podría cambiar dependiendo de la evolución de la actividad volcánica.