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El Papa Francisco ha experimentado un repentino empeoramiento de su salud, específicamente en su cuadro respiratorio, tras sufrir una crisis de broncospasmo. La crisis, ocurrida este viernes, ha causado gran preocupación entre los seguidores y médicos del pontífice.
Aunque el Papa había mostrado signos de mejora tras su hospitalización, este incidente pone en evidencia la fragilidad de su estado de salud, que sigue siendo vigilado de cerca por los profesionales médicos.
La crisis de broncospasmo se produjo después de una mañana en la que el Papa Francisco había realizado ejercicios de fisioterapia respiratoria y pasaba tiempo en oración. Este episodio de broncoespasmo, caracterizado por el estrechamiento repentino de las vías respiratorias, fue acompañado de un episodio de vómito con inhalación, lo que empeoró su situación respiratoria.
Como resultado, el Papa experimentó una aguda dificultad para respirar, lo que llevó a los médicos a intensificar su tratamiento. Afortunadamente, los médicos actuaron con rapidez para estabilizar al Papa Francisco, los bronquios fueron aspirados de inmediato, y se le aplicó ventilación mecánica no invasiva.
Esta intervención ayudó a mejorar los intercambios gaseosos, permitiendo que sus pulmones aspiraran oxígeno y lo devolvieran al organismo de manera más eficiente, a pesar de la gravedad de la situación, la respuesta inicial al tratamiento ha sido positiva. Sin embargo, el pronóstico sigue siendo incierto.
Los médicos informan que necesitan entre 24 y 48 horas para evaluar el impacto completo de esta crisis en la salud del Papa. El hecho de que aún se mantenga un pronóstico reservado refleja la gravedad de los problemas respiratorios y la complejidad de su tratamiento, que requiere monitoreo constante para detectar cualquier cambio o complicación.
A pesar de los desafíos médicos, el Papa Francisco ha mantenido su lucidez y orientación, según los informes, el pontífice sigue siendo consciente de su situación y colabora activamente con los procedimientos médicos.
"El Santo Padre, esta tarde, tras una mañana alternada entre fisioterapia respiratoria y oración en la capilla, ha sufrido un episodio aislado de broncoespasmo que le ha provocado un episodio de vómitos que le han llevado a inhalar y a un empeoramiento repentino de su cuadro respiratorio".