Bárbara Chirino / @barbarachirino
Nacido en Portugal en el año 1992, Bobi se convirtió en un legendario canino y todo se debe a su edad, pues el Libro Guinnes de los Récords lo nombró como el perro más longevo del mundo de acuerdo a registros anteriores.
Su nacionalidad se pudo corroborar con el registro veterinario municipal de la pequeña localidad de Conqueiros, mismo lugar donde este perro de raza Rafeiro do Alentejo o Mastim Portugués ha vivido en un hogar lleno de amor.
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Según lo relatado por Leonel Costa quien ha tenido a Bobi desde sus 8 años, una de las claves para que su mascota haya vivido tantos años en el “ambiente tranquilo y pacífico en el que vive lejos de las ciudades”, pues Conqueiros es una pequeña aldea en el municipio de Leiria.
Otra de las claves para que Bobi lleve una vida sana es mantener una dieta a base de “comida humana”, sin embargo, por su avanzada edad sus articulaciones han sufrido deterioros y ya no puede caminar y su vida empeora día a día cuando choca con objetos que se encuentra en el camino.
Pero su vida ha sido dura, cuando era cachorro sus dueños estaban imposibilitados por tener otro animal en su viviendo, debieron afrontar una drástica decisión, explica su dueño: “Por desgracia en aquella época era considerado normal por las personas mayores que no podían tener más animales en casa, enterrar a los animales en un agujero para que no sobrevivieran”, agregando que luego decidieron cuidarlo hasta la fecha.
El Mastim portugués superó en edad a Bluey, un pastor australiano que nació en 1910 y murió en 1939 a los 29 años y 5 meses y había recibido este récord. El plus de Bobi es que ha sabido disfrutar bien su vida pues el promedio para esta raza es vivir entre 12 y 14 años.
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Otra de las claves para que Bobi lleve una vida sana es mantener una dieta a base de “comida humana”, sin embargo, por su avanzada edad sus articulaciones han sufrido deterioros y ya no puede caminar y su vida empeora día a día cuando choca con objetos que se encuentra en el camino.