En el mundo del béisbol venezolano, la familia Cisneros ha sido una figura emblemática durante más de dos décadas. La reciente partida de Gustavo Cisneros, un hombre que dejó una huella imborrable en la historia del deporte nacional, nos invita a reflexionar sobre el vínculo profundo que esta familia ha mantenido con el béisbol criollo.
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La conexión entre los Cisneros y el béisbol se consolidó el 18 de abril de 2001, fecha que marcó un hito en la historia de los Leones del Caracas. En esa jornada, la Organización Cisneros concretó la adquisición del equipo tras intensas negociaciones con la familia Morales y Prieto, propietarios de las acciones en ese momento. La transacción no solo representó un cambio de dueños, sino el inicio de una nueva era para la emblemática novena capitalina.
Tiempo después de la adquisición, una separación en la dirección de los negocios familiares condujo a que el equipo quedara bajo la responsabilidad de Ricardo Cisneros, mientras que Venevisión y Miss Venezuela pasaron a estar a cargo de Gustavo Cisneros. Esta distribución no solo evidenció la diversidad de intereses de la familia, sino también su compromiso continuo con el desarrollo y promoción del deporte en el país.
Bajo la gestión de los Cisneros, los Leones del Caracas vivieron momentos gloriosos en el terreno de juego. Con tres títulos conquistados en las temporadas 2005-06, 2009-10 y, más recientemente, en la 2022-23, el equipo se convirtió en referente indiscutible del béisbol venezolano. Estos logros no solo enorgullecen a la familia Cisneros, sino que también refuerzan su legado como protagonistas fundamentales en la historia de uno de los deportes más apasionantes de Venezuela.