Cada 8 de diciembre es una fecha importante para los registros históricos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), ni decir en el ámbito de los Leones del Caracas, pues en esa fecha de 1988 implementaron una marca todavía insuperable, 18 victorias consecutivas.
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Para la Legión Caraquista que pudo apreciar esa cadena de lauros, sobrados son los motivos para que esa gesta sea inolvidable. Antes de comenzarla los melenudos eran los bicampeones defensores, pero un mal inicio generó numerosas dudas.
Tras los primeros 21 juegos presentaban marca negativa de 7-14, apenas .333 en porcentaje de victorias, alejados en el frío sótano de la ronda eliminatoria.
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El esperado giro de 180° ocurrió el 15 noviembre cuando se midieron con Cardenales de Lara y en el trayecto, 6 veces dieron cuenta de los Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua, en 3 ocasiones se impusieron a Tiburones de La Guaira, otra vez a los pájaros rojos y en 1 contra Águilas del Zulia.
Como si de belleza poética se tratase, la victoria 18 llegó ese 8 de diciembre ante el némesis de siempre, y el duelo de los Eternos Rivales quedó 1x0 a favor del Caracas en el Estadio Universitario, con Ubaldo Heredia lanzando joya de 8 entradas, mientras Jay Baller colocó el candado en uno de los 17 juegos salvados conseguidos en ese certamen, marca también para cerrojos en esta franquicia.
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Gracias a esa impresionante racha, los Leones rebotaron hasta el tercer lugar, concluyendo su calendario de juegos en la azotea, con balance de 39-21.
De esa generación, Óscar Azócar, quien el año previo completó la transición de monticulista a bateador, apuntaló la ofensiva; en ese certamen fue el número 1 en hits conectados, 69, y dejó en .311 su promedio.
Omar Vizquel por su parte, terminó de adueñarse de las paradas cortas, con el madero tampoco deslució, para él fueron 7 triples (más que nadie en el circuito) además de 12 bases robadas. El mejor remolcador de ese conjunto fue el “Gallo Tapao”, Jesús Alfaro con 35.
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Desde la lomita, brillaron Jay Baller con sus mencionados 17 salvados, Julio César Strauss con 8 triunfos, mientras Urbano Lugo Jr. dejó en 1.47 su promedio de carreras limpias permitidas.
Ese conjunto de los Leones fue dirigido por Bill Plummer, quien después de llevarlos al título en la edición 1986/1987, hizo una pausa en la 1987/1988 para regresar ese año.
Otro detalle de mucho peso, que robustece el orgullo de los caraquistas, es que ellos superaron su propio récord de juegos ganados consecutivos, 17 dejó la generación del torneo 1951/1952, el último con la denominación Cervecería.
Este fue el róster de los Leones del Caracas en la temporada 1987/1988:
Imagen: pelotabinaria
Fuentes consultadas:
CARACAS 1952-2002, Revista Histórica
Meridiano Magazine, diciembre 2002