Desde el ya un tanto alejado 2009, Carlos Mendoza hace carrera como técnico en la más importante organización en el universo del beisbol, Yankees de Nueva York. Ese año su trayectoria arranca para tener diferentes responsabilidades en el ámbito de las Ligas Menores.
Su desempeño ha sido monitoreado y reconocido por la franquicia del Bronx, y para 2017 le designan como coach de infield del equipo grande; en 2019 un nuevo ascenso al ser nombrado coach de banca del mánager Aaron Boone.
Lea también: LVBP: Carlos Mendoza sobre el Cardenales: “Debemos aprender de los errores cometidos”
El recorrido largo ya es, lleno de vivencias que deleitan a cualquier amante de esta disciplina.
Un ejemplo de ello lo encontramos en la faceta de Mendoza como hacedor de talentos, virtud que forma parte innegable de sus cualidades, justamente reconocidas por los Mulos. Entre los que pasaron por sus manos, Aaron Judge.
Así es, el bombardero del Bronx más temido de este tiempo pasó por la pericia de Mendoza, quien orgullo rebozó cuando el pupilo implantó nuevo récord de jonrones en una temporada para la Liga Americana, ese instante de historia absoluta lo rememoró para la marca Meridiano en declaraciones exclusivas:
“Que momento tan especial, más porque ambos mantenemos una relación profesional en la que lo estimo como un hijo. Desde que llegó a la organización ambos coincidimos en las Menores, he visto su evolución paso a paso hasta llegar a las Mayores, donde hemos compartido en los recientes 5 años.
Lea también: LVBP: Esto dicen los Tiburones de La Guaira sobre Ronald Acuña y su posible retorno
“Cuando sabes todo el recorrido transitado, verlo crecer desde Clase A, compartir con él su llamado a Grandes Ligas desde la Triple A y lograr esa hazaña fue el alcance de un sueño, para él, para mí; poder estar ahí, demasiado especial.
Sobre los aspectos positivos y negativos de trabajar para el mánager Aaron Boone, Mendoza del mismo modo ofrece sus consideraciones:
“La confianza hacia mí, definitivamente, algo que también ha ofrecido al resto del cuerpo técnico y los jugadores, desde mi punto de vista es una cualidad que lo hace una persona especial. Con él en realidad no es complicado trabajar, lo más difícil es manejar la magnitud de lo que significa trabajar con los Yankees de Nueva York.
Lea también: LVBP: Maikel García y los planes en Tiburones de La Guaira
Para vestir el uniforme a rayas, aunque parezca mentira, hay que estar mentalmente preparado. Los niveles de exigencia son de los más altos, desde propietarios, medios y afición. No todos pueden con ello, más de uno ha salido con las tablas en la cabeza:
“Todos los años la expectativa es ser campeón, nada más. Para mí todo ha sido un proceso de aprendizaje, he tenido la dicha de trabajar con esa organización por muchos años, de hecho, como técnico es la única que conozco”.