La NASA ha generado una gran controversia al firmar un contrato millonario con la reconocida marca de moda Prada para diseñar trajes espaciales que estén a la moda. Estos trajes extravagantes serán utilizados en la próxima Misión Artemis III, que tiene como objetivo volver a poner al hombre en la Luna.
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La colaboración entre la NASA y Prada ha dejado perplejos a muchos, ya que se espera que la marca de lujo utilice técnicas de fabricación de vanguardia para crear prendas que no solo protejan a los astronautas en el hostil ambiente lunar, sino que también los hagan lucir elegantes y a la moda.
Este enfoque en la estética de los trajes espaciales ha sido objeto de fuertes críticas por parte de quienes consideran que se trata de un derroche de dinero en lugar de invertir en investigaciones científicas y tecnológicas más importantes. Sin embargo, los defensores de la colaboración argumentan que puede aumentar el interés público en la exploración espacial y abrir nuevas oportunidades de financiamiento para futuras misiones.
A medida que la NASA y Prada trabajan juntas en este proyecto poco convencional, queda por verse si la moda y la ciencia espacial pueden realmente fusionarse de manera exitosa en la Misión Artemis III, o si este contrato será recordado como un experimento extravagante en lugar de un paso significativo en la exploración del espacio.