En los últimos años, los avances de la IA han causado furor a nivel mundial y muchos se cuestionan sobre el impacto que puede generar, reemplazando a los humanos en distintas actividades.
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En este sentido, Brasil se ha enfocado en la creación de androides femeninas, denominadas “esposas reborn”, las cuales poseen una apariencia hiperrealista, una voz desarrollada por la Inteligencia Artificial (IA) y habilidades comunicativas para mantener una conversación personalizada.
La controversia
Es importante mencionar que la tendencia nació en Asia y se ha extendido por varios países, donde la demanda ha aumentado vertiginosamente, posicionándose como una de las predilectas en los mercados de consumo.
En las plataformas digitales muchos hombres aseguran haber encontrado una solución a sus problemas, y es que las compañeras robóticas prometen cautivar a más de uno gracias a sus características. Solo es necesario activarse para funcionar, además, representa una compañía amena para algunos, pues no “reclama ni discute”.
De allí la preocupación de otros que aseguran que los nuevos robots buscan reemplazar el vínculo afectivo real, amenazando la experiencia humana.
En Brasil se han presentado múltiples contratiempos legales y sanitarios, debido a los androides. Un ejemplo de ellos, fue una mujer que solicitó atención médica para su compañero robot en un hospital médico. Mientras que otra, pidió la custodia de una mañana luego de la separación con su pareja. Asimismo, los debates han llegado a las redes sociales, pues algunos robots poseen perfiles, los cuales están monetizando.
Nuevos retos, nuevas medidas
Más allá del avance significativo de la tecnología, la implementación de las “esposas reborn” plantea nuevas dinámicas en la sociedad. Por ende, los seres humanos podrían beneficiarse gracias a estos ejemplares o verse afectados, principalmente en las habilidades comunicativas.
En todo contexto, los cambios involucran medidas legales o técnicas que deben ser modificadas para determinar límites. En reiteradas oportunidades la opinión pública ha destacado que la IA continúa afectando a los individuos y muestra la necesidad de las autoridades en establecer normativas para eliminar su uso. Sin embargo, los científicos afirman que estos ejemplares vienen a complementar la experiencia humana, sin necesidad de reemplazarla en su totalidad.