Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2025, los mexicanos deportados, bajo la supervisión de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), han alcanzado cifras que el gobierno mexicano considera alarmantes. Según declaraciones de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el número de migrantes mexicanos repatriados asciende a 67.008 desde el reinicio de la administración Trump.
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Deportaciones masivas bajo la administración Trump
La cifra de 67.008 migrantes mexicanos deportados corresponde a aquellos que han sido formalmente repatriados tras ser detenidos por ICE en diversas redadas llevadas a cabo en territorio estadounidense. Estas acciones, que forman parte de la llamada “Operación Safeguard”, se han concentrado en sectores laborales como el agrícola, la construcción y los hipódromos, afectando principalmente a trabajadores indocumentados.
En California, por ejemplo, uno de los estados más impactados por los operativos, se reportaron más de 350 detenciones de mexicanos en un solo operativo. Las autoridades consulares mexicanas señalaron que, en algunos días, recibieron más de 20 llamadas de familias que buscaban información sobre parientes detenidos.
La administración Trump ha enfatizado que estos operativos buscan restablecer el “orden migratorio”, aunque desde México se ha denunciado que el impacto de estas medidas va más allá de lo legal y afecta profundamente a familias trabajadoras que sustentan sectores clave de la economía estadounidense.
Reacción del gobierno mexicano y consecuencias sociales
Ante esta política migratoria agresiva, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha implementado un plan de asistencia para los repatriados denominado “México Te Abraza”. Este programa ofrece apoyo médico, legal, psicológico y alojamiento temporal para quienes regresan, en su mayoría, sin redes de apoyo ni recursos económicos.
Además, la Cancillería mexicana presentó una protesta formal al gobierno de EE.UU. por los intentos de deportar connacionales a instalaciones como Guantánamo, y reiteró que todos los mexicanos deben ser repatriados directamente a territorio nacional.
Pese a que ICE ha acelerado su ritmo de deportaciones en comparación con administraciones previas, también enfrenta resistencia de gobiernos locales, organizaciones humanitarias y sectores económicos que dependen de la fuerza laboral migrante. Aun así, la cifra de mexicanos deportados sigue en aumento, y se espera que las tensiones entre ambos gobiernos se mantengan en los próximos meses si no hay un giro en la política migratoria de la Casa Blanca.