La insuficiencia renal en etapa terminal ocurre cuando la enfermedad renal crónica alcanza un estado avanzado y los riñones ya no funcionan al nivel necesario para el cuerpo. En esta etapa, los riñones no pueden filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquidos, lo que puede llevar a niveles nocivos en el cuerpo.
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Sin diálisis o trasplante de riñón, la esperanza de vida promedio para las personas con insuficiencia renal terminal es de entre 7 y 14 días. Sin embargo, algunos pacientes pueden optar por cuidados médicos conservadores para mejorar su calidad de vida durante el tiempo restante.
Cuando una persona tiene insuficiencia renal y no recibe diálisis, su salud se ve afectada significativamente. Los riñones, que normalmente filtran los desechos y el exceso de líquidos del cuerpo, no pueden hacerlo adecuadamente.
¿Qué consecuencias causa la insuficiencia renal?
- Acumulación de toxinas: Los desechos se acumulan en la sangre, causando síntomas como fatiga, náuseas y picazón.
- Retención de líquidos: El cuerpo no puede eliminar el exceso de agua, lo que provoca hinchazón y presión arterial alta.
- Desequilibrio de electrolitos: Niveles anormales de sodio, potasio y calcio pueden afectar el corazón y los músculos.
- Anemia: La producción de glóbulos rojos disminuye, causando debilidad y palidez.
- Complicaciones cardiovasculares: La insuficiencia renal aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
Es importante que las personas con insuficiencia renal busquen atención médica para evaluar opciones de tratamiento, como diálisis o trasplante de riñón, para mejorar su calidad de vida y prolongar su supervivencia.
La insuficiencia renal en etapa terminal sin diálisis es una situación crítica. Los riñones no pueden filtrar desechos ni líquidos, lo que afecta la salud y la calidad de vida. Aunque la esperanza de vida promedio es muy corta y algunos pacientes optan por cuidados conservadores para evitar males mayores.