El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha implementado una nueva política que permite la expulsión acelerada de inmigrantes a países de los que no son ciudadanos, a veces con un aviso mínimo o nulo. Esta directriz interna, revelada en un memorándum del director interino de ICE, Todd M. Lyons, ha generado inquietud.
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Detalles de la nueva directriz
Según el memorándum, si el país de destino no ofrece "garantías diplomáticas" de seguridad, los inmigrantes serán notificados con 24 horas de antelación. En casos "urgentes", este plazo se reduce a solo seis horas.
Si el país de destino ha dado "garantías de seguridad creíbles", no se requiere ningún aviso previo a la expulsión. Esto elimina por completo el tiempo de notificación.
Preocupaciones y contexto legal
Abogados de inmigración señalan que estos plazos tan cortos no dan tiempo suficiente para evaluar los peligros que los inmigrantes podrían enfrentar en un país desconocido. Aunque se evaluaría la situación si un inmigrante expresa temor, la rapidez del proceso es una preocupación.
Esta política se implementa tras una decisión de la Corte Suprema el mes pasado. El tribunal avaló la expulsión de ocho inmigrantes a Sudán del Sur, lo que, según Lyons, "despejó el camino" para estas expulsiones aceleradas.
Esta medida sugiere un plan gubernamental para continuar enviando inmigrantes a naciones donde no tienen lazos, ni idioma ni familiares. Una investigación de The New York Times reveló que EE. UU. ha contactado a más de 50 paísespara aceptar a inmigrantes deportados.