Richard Quiñónez || @Richardq0511
Por lo general hay una historia detrás de cada historia y esta suele ser mucho más interesante. El pasado domingo 28 de octubre la yegua Lelamuti conquistó el Clásico Tapatapa con la monta del jinete Ubardo Casique, esa es la historia. Pero para que Ubardo Casique llegara a esa fotografía debió transcurrir toda una vida de trabajo, esfuerzo, dedicación, y sobre todo deseo de superación.
Casique comenzó su andanar en el hipódromo La Rinconada a los 10 años ayudando a su padre quien era peón de cuadra y luego caballerizo: “La primera vez que vine al hipódromo me trajo mi tio Danny Velazco, allí me enamoré de los caballos, luego mi padre trabajaba en la caballeriza que ahora es de Humberto Correia, desde los 9 o 10años empecé a ayudarlo y aprendí todo el trabajo de un caballerizo. Cuando ya podía defenderme comencé a trabajar ya como empleado fijo en la cuadra de Miguel Hernández, pasé por varias caballerizas durante varios años pero siempre tuve en mente ser jinete. Era mi sueño y nunca dude en trabajar para lograrlo” comenta el jinete caraqueño.
Cumpliendo el sueño del padre.
No sólo Ubardo quería ser jinete, su padre, José Casique también lo intentó: “Mi papá “chepo” quiso ser jinete, incluso se fue un tiempo a Paraguaná pero no logro ese objetivo, quizá eso me motivó aun más.
Cuando alfin tengo la oportunidad de subirme a un purasangre recibí la ayuda de los traqueadores Julio Flores y José Garrido, ellos me enseñaron lo que pudieron y lo demás lo había aprendido mirando a los jockeys y conversando con algunos de ellos, soy un autodidacta podría decir.
Me meto a galopador y me dieron el permiso para trabajar en la pista. El entrenador Mario Alberto Domínguez, el hijo de Mario Domínguez prácticamente me adoptó y me dio muchas oportunidades de trabajar sus caballos en silla y en pelo. Luego recibí también apoyo de los trainers Manuel Pérez y Riccardo D’Angelo.
La primera vez que llevé un caballo al aparato fue gracias al señor César Papparoni que me prestó uno de sus ejemplares y así aprendí a brincar en la partida, todo fue con mucho esfuerzo, pero las ganas siempre fueron más fuertes” explica el jinete que ya se encuentra entre los aprendices más cotizados de la actualidad.
Llegó el estreno.
Mi primera monta fue en el 2014, conduje al caballo Guanoco. y mi primer triunfo fue con el caballo Charlie Brown, la emoción fue indescriptible, vi el fruto de años de trabajo al fin dando frutos. En 2015 tuve pocas montas por que no hicieron muchas carreras para aspirantes a aprendices, pero los dos últimos años he logrado evolucionar poco a poco hasta llegar a esa carrera de la semana pasada, mi primer clásico” señaló muy emocionado el jinete.
Objetivo claro.
Ubardo Casique no duda al ser cuestionado sobre su meta principal: “Viajar a Estados Unidos y montar en el hipismo norteamericano” señala sin tapujos.
El jinete Ubardo Casique no olvida y agradece a quienes le han tendido la mano en el camino: “Tengo que agradecer primero a Dios, a mis padres, a mi actual agente Willian Guillén. a todos los entrenadores que me han apoyado y a los propietarios que ya me ven como una buena opción para conducir a sus ejemplares. Cerró diciendo esta nueva figura del látigo venezolano que en lo que Dios disponga estará brillando en los grandes escenarios del hipismo.