La eliminación de la Copa del Mundo de Qatar 2022 fue un episodio doloroso para la selección italiana, pues, a pesar de haberse consagrado en la Eurocopa de 2021, se quedó, nuevamente, a las puertas de asistir al máximo certamen internacional.
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Con la renuncia de Roberto Mancini y la posterior contratación de Luciano Spalletti, el principal objetivo de los mediterráneos era clasificarse de forma directa al torneo continental, meta que consiguió este lunes en suelo alemán.
El BayArena de Leverkusen fue el escenario que reunió a la Azzurra y a la selección ucraniana de cara a la última jornada del grupo C de las eliminatorias rumbo a la Eurocopa de Alemania 2024.
Este sería un compromiso donde ambos equipos no se sacarían ventaja y no tendrían mucha efectividad de cara al arco. Por parte de los eslavos, de siete remates, cuatro fueron a portería, situación alarmante para una Italia que, de diecisiete tiros, solo dos tuvieron dirección a los tres palos.
En los últimos minutos, habría una jugada peligrosa en el área azzurra en la que Mykhailo Mudryk sería derribado. No obstante, el árbitro no señalaría pena máxima y, finalmente, habría empate sin goles.
Esto genera que italianos y ucranianos igualen en el segundo lugar con catorce puntos, situación que favorece a los pupilos de Luciano Spalletti ante su victoria en San Siro por duelo directo y la diferencia de gol.
Los campeones defensores de Europa volverán a una cita continental, de modo que esta será su octava participación ininterrumpida en el certamen desde 1992, cuando no obtuvo la clasificación. Asimismo, es la undécima vez que disputa una Eurocopa.
"No fue fácil, pero hoy hicimos un buen partido. En la segunda parte, Ucrania demostró su valor. Estuvimos bien y ahora viene la mejor parte", manifestó Spalletti después del partido.