El equipo de Enzo Maresca contaba con la plantilla más joven de la Premier League la temporada pasada. El Chelsea tenía una media de edad de tan solo 23,6 años, casi un año menos que su rival más cercano, el Brighton.
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Sin embargo, una gran representación de jóvenes a menudo viene acompañada de una falta de liderazgo y podría ser un área en la que el impulso por reclutar jóvenes prospectos perjudique al club en el corto plazo.
Una leyenda da su visto bueno
El excapitán del Chelsea, Gary Cahill, quien conquistó la Champions League en sus primeros seis meses en el Chelsea, se convirtió en una figura imponente durante sus siete años en el oeste de Londres. El embajador del club destacó las perspectivas de Maresca, quien, en su opinión, tiene lo necesario para liderar el último resurgimiento del equipo.
"Creo que Levi [Colwill] es uno de ellos", declaró. "Recuerdo haber participado en un partido televisado [como comentarista] y le pregunté al respecto, porque sentí que definitivamente era su siguiente gran oportunidad. Está jugando a un nivel superior, y ahora puedes añadirle esa otra faceta, ese otro carácter en términos de liderazgo".
Levi Colwill, de 22 años, fue señalado desde hace tiempo por los directores de la cantera del Chelsea como una futura pieza clave del primer equipo. Su impresionante cesión al Brighton, que intentó ficharlo definitivamente, y su consistencia en la defensa de Maresca ya lo han convertido en uno de los favoritos de la afición.
"Creo que Moisés Caicedo lo tiene", añadió el jugador de 39 años. "Repito, simplemente conociéndolo, hablando con los jugadores, su comportamiento en el campo de entrenamiento, su forma de entrenar, el nivel que exige. Creo que ya lo tiene, por lo que parece.
Obviamente, tenemos a Enzo [Fernández]. Es uno de los jugadores con experiencia que puede aportar mucho. Hay varios en ese grupo, y creo que ese es el reto ahora para algunos de estos jugadores jóvenes que están surgiendo y que juegan con regularidad: llevar el nivel al siguiente nivel.
La situación se vuelve mucho más compleja si consideramos que ni Caicedo, de 23 años, ni Fernández, de 24, hablan inglés como lengua materna. Sin embargo, ambos mediocampistas inconformistas han demostrado que sus acciones en la cancha a menudo tienen mucho más peso que las palabras.