Entre las temporadas 2012 y 2021 Aroldis Chapman se estableció como un cerrador élite de las Grandes Ligas; consecuentemente el “Misil Cubano” añadió juegos salvados, y a pesar de algunos traspiés, en líneas generales era un cerrador confiable.
En dicho período, el zurdo de veloces envíos demostró además una brutal capacidad ponchadora, reflejada en su promedio de abanicados por cada 9 tramos, estadística en la que su tope fue de 17.7 (2014) y que incluso este año fue muy buena, 10.7.
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Del mismo modo, en otros renglones que reflejan el dominio de un serpentinero, el isleño consiguió un whip de 0.82, así como un ERA+ de 276 (2016); sobre ese último, quiere decir que fue 176% mejor que sus colegas monticulistas.
Sin embargo, en el nativo de Holguín el descontrol avanzó rápido desde el año pasado, esto se denotó en su promedio de bases por bolas por cada 9, 6.1 y 6.9, así como en whip, 1.31 y 1.43. En ambos casos por encima del average de su recorrido ligamayorista, 4.5 y 1.06.
Esa situación eventualmente desembocó en su remoción como el colocador del candado para los Yankees de Nueva York, sumado al meteórico ascenso, en el carril contrario, del derecho Clay Holmes, el nuevo cerrojo de Aaron Boone.
Para echar más gasolina al candelero, y de modo lamentable, Chapman también mostró signos que podrían definirse de indisciplina, como el hecho de faltar a una práctica de su equipo justo cuando se preparaban para su Serie Divisional, acción por la que fue sacado del róster yankee para el careo.
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La situación alcanzó un indeseado e incómodo decibel cuando señaló que solo asistiría a un entrenamiento obligatorio si en definitiva sería incluido en la nómina de playoffs, algo que no pudo ser garantizado por el alto mando de los Mulos, por lo que el cubano decidió permanecer en casa, lugar donde le indicaron, se quedara.
Dicho en criollo, un estira y encoge entre las partes, y por toda esta situación pareciera que la Diosa Fortuna ya no le sonríe para permanecer en el Bronx.
Chapman, en el año final de su contrato, pasará al mercado de Agentes Libres al concluir la Serie Mundial 2022. Ahora bien, ¿generará interés en alguno de los otros 29 equipos para poder retomar el rol de cerrador?
Basados en su historial, la respuesta luce positiva, pero si nos basamos en las estadísticas de los dos recientes torneos, más este desavenir con los neoyorkinos de la Liga Americana, la contestación adquiere un matiz negativo.
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Lo que si es una certeza es que el cubiche ya no forma parte de la mencionada élite, lo que directamente incidirá a una baja en su promedio de salario; si es inteligente, debe entender que es irrealista aspirar a un ingreso anual de 16 millones de los verdes.
En estas circunstancias, lo mejor es reordenarse, reenfocarse e intentar volver al carril que lo convirtió en uno de los mejores de las Grandes Ligas, el principal escenario del deporte de los bates, guantes y pelotas.