Redacción Meridiano
La noticia de la salida de Félix Hernández de la rotación de Marineros de Seattle no sorprendió a muchos realmente. Por mucho esta es su peor campaña y lamentablemente para el equipo dejó de ser garantía de triunfo, en medio de una disputa por un cupo a la postemporada, algo negado a Seattle desde 2001..
“El Rey Félix” como se le conoce a Hernández, tiene 32 años y desde los 19 se encuentra lanzando en las Grandes Ligas. Su caso de declive ya tiene tres temporadas y recuerda a otros casos de lanzadores venezolanos estelares que sufrieron infortunios a edades parecidas. Veamos esos casos
Kelvim Escobar: El nativo de La Guaira fue en los inicios de su carrera de Azulejos de Toronto un relevista. Y varias veces cambió de rol para ser abridor. A los 23 años en 1999 se convirtió en un integrante de la rotación estable pero volvió como relevista en 2002 a los 26 años para obtener 38 salvados, lo que fue la mejor marca de su carrera. A los 30 y 31 años volvió como abridor y superó las 30 aperturas con un excelente 18-7 y 3.40 de efectividad a los 31 años en 2007 y con Angelinos de Los Ángeles.
Pero al cumplir 32 (2008) no pudo jugar, una operación lo sacó de accion y culminó su carrera en 2009 con apenas una apertura y cinco innings lanzados en esa campaña.
Freddy García: Debutó a los 22 años con Marineros de Seattle y de una vez lanzó 201.1 innings. A excepción de 2000, hasta 2006 logró registros similares. A los 30 años disminuyó su carga de trabajo y solo pudo con 58.0 episodios en 2007. Aunque a los 33 y 34 años logró 12 victorias, su máximo de innings lanzados fue de 157.0 y si lanzó hasta los 36, fue más por su habilidad para engañar a los bateadores con pelotas lentas.
Johan Santana: Recientemente exaltado al Salón de la Fama de Mellizos de Minnesota, el equipo lo fue llevando poco a poco como abridor. Solo fue en 2004, con 24 años cuando lanzó por primera vez 200 episodios y se llevó el Cy Young, igual que en 2006. Por varios años se le conceptuó como el mejor lanzador del beisbol hasta que a los 29 años lo cambiaron a Mets de Nueva York. Si bien tuvo una buena temporada con 29 años, las siguientes temporadas fueron recortadas por diversas operaciones (rodilla izquierda, codo y hombro izquierdo) que fueron minando su salud. No pudo jugar en 2011 con 32 calendarios y 2012 fue su última temporada, poco después de lanzar un no hit no run. Tenía 33 años.
Los casos de Carlos Zambrano (fuera de las Grandes Ligas a los 31) y Wilson Álvarez (lanzó hasta los 35) aunque tuvieron problemas físicos responden un poco más a declive de facultades. Más bien fue meritorio lo de Álvarez que en otras décadas y con inferioridad de preparación física en comparación con las siguientes, rindió bastante.
Cierto es que los lanzadores son los más propensos a lesionarse. Su acción es antinatural y es común que el desgaste pasa factura con los innings acumulados. Pero llama la atención el caso de estos venezolanos, que brillaron y luego de años febriles de actividad terminaron retirados un poco antes de lo esperado.