Bárbara Chirino / @barbarachirino
No cabe duda que el mundo animal es una caja de pandora, y esto lo demuestran las situaciones inesperadas que ocurren con la raza animal, en esta oportunidad se trata de un canino que fue puesto en tratamiento para combatir su adicción al alcoholismo.
Coco es un labrador que llegó junto a su compañero perruno Georgie al Woodside Animal Welfare Trust, un refugio animal ubicado en el Reino Unido, que los acogió luego de que su dueño muriera. Allí, ambos animales se enfermaron muy rápido y aunque fueron atendidos de emergencia, Georgie murió, mientras que Coco seguía enfermo.
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Después de ser evaluado, los integrantes de la organización de alojamiento se sorprendieron pues no esperaron que el diagnóstico fuera “abstinencia canina”, debido a que Coco atravesaba un problema de adicción.
“El síndrome de abstinencia canina, una primicia para nosotros, estaba claro que sufría síntomas que apuntaban a la abstinencia de alcohol (…) nadie sabe cómo llegaron estos perros a la situación con el alcohol”, señalan desde el refugio.
De acuerdo a lo reseñado por una empleada del lugar, Kirstin Stone, el perro pudo haber ingerido alcohol por un descuido de su amo. “Podría ser que justo después, digamos, el dueño tomó un trago y se acaba de ir a dormir, y los perros pueden haberlo bebido, pero simplemente no lo sabemos”, destacó. Al mismo tiempo, resaltó que ambos eran muy queridos y habían sido cuidados por el dueño.
Después de cuatro semanas de haber estado sedado para aliviar el síndrome de abstinencia y reducir el riesgo de nuevos ataques, el perro ya está exento de medicación y ha empezado a comportarse como un perro normal, aunque aún no es recomendable que sea adoptado, pues tendría que tener un dueño que esté mucho tiempo en casa.
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