El presidente Donald Trump volvió a desatar polémica al sugerir que podría considerar la deportación del empresario Elon Musk, y es que, al ser consultado sobre esa posibilidad, el mandatario no ofreció una respuesta definitiva, pero sí dejó abierta la puerta a investigar el caso. Pese a que Musk es ciudadano estadounidense desde 2002, su expulsión del país requeriría demostrar que hubo irregularidades en su proceso de naturalización.
NOTAS RELACIONADAS
Durante sus declaraciones, Trump mencionó que Musk podría ser evaluado por el DOGE, una entidad gubernamental que el propio Musk parodió en el pasado. “Quizás tengamos que ponerle el DOGE a Elon”, dijo Donald Trump, utilizando una figura retórica que mezcla ironía y amenaza. La expresión fue interpretada como una forma simbólica de advertir que podría iniciar auditorías o investigaciones contra los negocios del magnate.
El conflicto entre ambos tiene como fondo el rechazo de Musk al proyecto legislativo impulsado por Trump, conocido como "One Big Beautiful Bill Act". Esta ley propone eliminar subsidios ambientales y restricciones ecológicas, algo que afecta directamente a Tesla y otras iniciativas verdes. Según Trump, Musk está molesto por esta pérdida potencial de beneficios.
Trump fue más allá al asegurar que, sin los subsidios del gobierno, Elon Musk “tendría que cerrar sus empresas y volver a Sudáfrica”. A su juicio, Estados Unidos podría ahorrar millones de dólares si se eliminan las ayudas públicas que benefician al empresario.
"Está molesto por perder su mandato de vehículos eléctricos", pero "tiene mucho más que perder que eso"...
"Elon quizá reciba más subsidios que cualquier otro ser humano en la historia, por mucho, y sin subsidios, probablemente tendría que cerrar el negocio y regresar a Sudáfrica. Se acabaron los lanzamientos de cohetes, satélites y la producción de vehículos eléctricos, y nuestro país se ahorraría una fortuna. Tal vez deberíamos hacer que el DOGE lo examine bien y a fondo. ¡Hay mucho dinero que se puede ahorrar!".