el candidato republicano a la Vicepresidencia de Estados Unidos, JD Vance, declaró que al menos un millón de inmigrantes que residen en el país podrían ser deportados en los próximos meses debido a su estatus migratorio irregular.
Estas declaraciones, realizadas durante una entrevista en el programa This Week de la cadena ABC, han generado un considerable debate y preocupación entre la comunidad inmigrante y los defensores de los derechos humanos.
Contexto político y electoral
Estas declaraciones surgen en un momento crítico en la política estadounidense, ya que Donald Trump, quien busca un segundo mandato como Presidente, ha retomado el tema migratorio como parte central de su campaña.
En 2016, la postura dura de Trump sobre la inmigración fue un factor clave en su elección, movilizando a un electorado que apoyaba políticas más restrictivas en la frontera.
Sin embargo, la promesa de deportar a un millón de inmigrantes, junto con la posibilidad de que este número aumente, ha desencadenado fuertes críticas por parte de diversos sectores.
Muchos consideran que esta medida podría tener consecuencias sociales y económicas significativas, afectando a familias enteras y a comunidades que han establecido sus vidas en EE.UU.
Reacciones y críticas
La amenaza de deportación masiva no solo ha alarmado a los inmigrantes, sino que también ha sido cuestionada por defensores de los derechos humanos y organizaciones pro-inmigrantes. Estos grupos argumentan que una acción de esta magnitud podría violar los derechos fundamentales de los individuos afectados y agravar las tensiones sociales en el país.
Por otro lado, JD Vance expresó confianza en que Trump ganará las elecciones presidenciales programadas para el próximo 5 de noviembre, lo que sugiere que estas políticas podrían ser implementadas si Trump resulta victorioso.