El reciente plan fiscal firmado por el presidente Donald Trump ha generado controversia al destinar una cantidad sin precedentes al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), posicionándolo como la mayor agencia de seguridad interna en Estados Unidos.
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Inversión histórica para el ICE
El presupuesto total asignado al ICE asciende a $75,000 millones de dólares, una cifra que supera los presupuestos combinados de varias agencias federales tradicionales, según informó EFE. Esta inversión marca un hito en la historia del presupuesto federal, reflejando un enfoque radical en las políticas migratorias y de seguridad.
Un informe del Instituto Cato revela que, de los $75,000 millones, el ICE recibirá $45,000 millones hasta 2029 para la construcción de nuevos centros de detención. Este monto representa un aumento del 62% en comparación con todo el sistema federal de prisiones y permitirá la detención diaria de aproximadamente 116,000 personas. Esta expansión no solo busca incrementar las capacidades operativas del ICE, sino también endurecer las políticas migratorias existentes.
Contratación masiva de agentes
El plan fiscal contempla casi $30,000 millones para operaciones diarias, lo que facilitará la incorporación de 10,000 nuevos agentes a los actuales 20,000. Esto podría llevar a un ritmo estimado de un millón de deportaciones anuales, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Además, se destinarán otros $4,100 millones para contratar a 3,000 elementos adicionales en la Patrulla Fronteriza y otros oficiales en aduanas.
Consecuencias de un presupuesto desmesurado
El análisis realizado por el American Immigration Council (AIC) indica que el presupuesto destinado al ICE refleja una política orientada a endurecer las medidas migratorias y aumentar las capacidades represivas. De hecho, el monto asignado al ICE es tan elevado que supera los presupuestos militares de todos los países del mundo, exceptuando a Estados Unidos, China, Rusia, India y Arabia Saudita. La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) ha expresado su preocupación, afirmando que “el presupuesto de $75,000 millones del ICE es mayor al de casi todos los ejércitos del mundo”.
La decisión de Trump de fortalecer al ICE con este presupuesto histórico ha suscitado un debate intenso sobre las implicaciones éticas y sociales de tales medidas. Mientras algunos argumentan que estas acciones son necesarias para garantizar la seguridad nacional, otros ven en ellas una amenaza a los derechos humanos y a las comunidades inmigrantes en Estados Unidos.