La Semana 14 de la National Football League (NFL) trajo consigo una polémica en torno a la gestión de conmociones cerebrales en el campo de juego. Durante el Thursday Night Football, donde los New England Patriots sorprendieron a los Pittsburgh Steelers con una victoria de 21-18, el linebacker TJ Watt protagonizó un incidente que ha desatado cuestionamientos sobre la seguridad de los jugadores.
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Watt, de 29 años, sufrió un fuerte golpe en la cabeza durante la primera jugada del juego, lo que llevó a su evaluación bajo el protocolo de conmoción cerebral. A pesar de mostrar signos evidentes de sensibilidad a la luz, un síntoma de trauma craneoencefálico, y de haber sido sometido al protocolo de evaluación, se le permitió regresar al campo con una mica sujeta a su casco.
Este incidente ha generado críticas, con un experto en conmociones cerebrales calificándolo como un "escándalo". Aunque la NFL y la NFLPA implementaron en 2016 un protocolo más estricto y justo para abordar lesiones cerebrales, la decisión de permitir el regreso de Watt al juego ha suscitado dudas sobre la efectividad de estas medidas.
La política actual establece multas y sanciones para los equipos que no cumplan adecuadamente con el protocolo de conmoción cerebral. Una primera infracción podría resultar en una multa máxima de 150,000 dólares, educación obligatoria para el personal médico del equipo, y sanciones adicionales en caso de reincidencia. Incluso, el Comisionado de la NFL tiene la autoridad para imponer multas significativas e incluso retirar selecciones de draft si se determina que un equipo no sigue adecuadamente el protocolo.
La próxima prueba para los Steelers será el sábado 16 de diciembre contra los Colts, un juego que se espera esté bajo una mayor vigilancia dada la reciente controversia. La atención sobre la seguridad de los jugadores y la gestión de conmociones cerebrales continúa siendo un tema crítico en la NFL, con llamados a una mayor transparencia y aplicación rigurosa de las políticas existentes.