El sorteo del cuadro de Wimbledon no ha sido alegre para Rafael Nadal y ya se mentaliza para enfrentar a un duro cuadro con una ruta hacia la final repleta de emparejamientos complicados.
Rafael Nadal sabe que para llegar a la final ,después de 11 años sin hacerlo, deberá esforzarse al máximo. Sobre todo porque tendrá que enfrentar a dos pasados finalistas del torneo británico.
Nadal debutará en Wimbledon contra Francisco Cerúndolo, argentino, que actualmente ocupa el puesto 42 del ranking ATP, el mejor registro de su carrera. Rafa en la segunda ronda se tendría que enfrentar al Querrey o Berankis y en la tercera ronda, si no hay sorpresas, puede enfrentarse a Sonego o Kudla.
Así las tres primeras rondas parecen no ser complicadas, pero desde la cuarta ronda el cuadro se pone espinoso.
Aquí se podría medir a neerlandés Van de Zandschulp o al croata Marin Cilic, finalista de Wimbledon en 2017. En los cuartos podría volver a enfrentarse al canadiense Auger-Aliassime, entrenado por Toni Nadal -su tío y exentrenador- y que en el Roland Garros de este año exigió a Nadal al máximo hasta el quinto set.
Si consigue superar esos duelos le tocaría unas semifinales contra Stefanos Tsitsipas o el italiano Matteo Berrettini, campeón en dos torneos de hierba esta temporada (Queen's y Stuttgart) y finalista de Wimbledon el año pasado.
Otra posibilidad es que se enfrente a Nick Kyrgios, pero eso implicaría que el australiano haga la mejor actuación de su carrera en un Grand Slam para llegar a la semifinal.
En el partido final podría enfrentar a cualquier jugador del cuadro contrario: Novak Djokovic es el principal favorito.
Rafael busca su tercer Wimbledon, su Major número 23 y quedarse a uno de lograr el Grand Slam: ganar Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open, en un año calendario.